Madrid/dpa
Lejos de exhibir un fútbol adornado, el técnico francés Zinedine Zidane está proponiendo un Real Madrid «mate» que encuentra el éxito a través del orden, la solidaridad y el valor del grupo.
Con sus 16 triunfos consecutivos en la Liga española -cuatro esta temporada y 12 en la anterior-, el conjunto blanco igualó el domingo el récord de victorias seguidas en la Liga española que tenía el Barcelona de Josep Guardiola. Ganó 2-0 en el campo del Espanyol sin brillo pero con eso que los clásicos denominan «oficio».
La estadística de goles explica lo que es el Real Madrid de Zidane: marcó 12 en la Liga española bajo la firma de 11 futbolistas diferentes. Sólo repitió el galés Gareth Bale.
Buena parte de este detalle se debe al extenso uso que está realizando Zidane de todo su plantel. Basta la más mínima molestia física de un supuesto titular para que el francés apueste por un reserva. Ocurrió ante el Espanyol, pues Cristiano Ronaldo se quedó fuera por una gripe y Bale por un golpe. Nadie duda de que hubieran jugado si el encuentro hubiera sido determinante.
Zidane tiene claro el valor de la palabra «rotación». Sigue al pie de la letra los valores de esfuerzo que arrojan las pruebas médicas de jugadores. Tiene un plantel muy amplio y lo quiere utilizar.
Así, el domingo dejó fuera de inicio a Toni Kroos y entró James Rodríguez, autor del primer gol del partido. Fue el primer encuentro como titular del colombiano esta temporada.
«Tengo el apoyo de todos, del entrenador también. No hoy nada de lo que se habla fuera. Tengo una gran relación con él y con todos. Somos un equipo unido y queremos lograr triunfos», aseguró James al finalizar el encuentro.
El volante blanco negó así que estuviera separado de su entrenador y mostró un compromiso del que muchos dudaban. La cuestión es ver si mantiene estas palabras cuando lleguen más partidos y regrese a la suplencia. Y así con otros «reservas ilustres» del conjunto blanco.
Porque no es fácil mantener la armonía dentro de un vestuario lleno de estrellas que reclaman minutos. Y porque Zidane ya anunció que las rotaciones tienen sus límites al decir: «Si la ‘BBC’ -Bale, Benzema y Cristiano- está bien, la idea es que jueguen».
Pero de momento Zidane tiene enchufado a todo el grupo, que sobre el campo muestra una extraordinaria solidaridad. Principalmente en defensa, una tarea en la que todos colaboran.
No es nueva la obsesión del francés por mantener su portería a cero. En la racha de 16 victorias seguidas, apenas recibió 12 tantos, con una media de 0,75 goles en contra, dejando en siete de los encuentros su arco imbatido.
Diferente está siendo el ataque, en el que Zidane se fía de la inspiración antes del gusto por dominar los partidos. Para él es fundamental no perder nunca la referencia para el repliegue, no desordenarse tampoco cuando tiene el control del balón.
Este es el Real Madrid que diseñó Zidane, a la espera de ver si cuando tenga a la «BBC» en buenas condiciones físicas cambia su dibujo y propuesta. Lo que es innegable es que de momento encuentra la solidaridad del «grupo», la palabra que más emplea en sus declaraciones públicas.
Sólo falta por comprobar si es capaz de mantener esa armonía del vestuario durante toda la campaña. De momento, los triunfos le alumbran por encima del juego.