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El representante de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, acusó este miércoles a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de facilitar artillería de largo alcance a Ucrania y permitir que este país intensifique sus bombardeos contra objetivos civiles en la autoproclamada república popular de Donetsk.
En declaraciones a medios de prensa, el diplomático ruso manifestó que las potencias occidentales tienen sus manos manchadas con la sangre de los ciudadanos del Donbás (este de Ucrania).
Aseguró que “la evidencia material muestra que los civiles en Donetsk fueron asesinados como resultado del uso de municiones de artillería proporcionadas a Kiev por los países de la OTAN, incluido Estados Unidos, Canadá, Países Bajos o Francia».
Calificó el reciente bombardeo de Donetsk como “otro horrible crimen de guerra cometido por el régimen de Kíev” y recordó que los obuses no fueron disparados para alcanzar objetivos militares sino para vengarse contra los civiles.
Recordó que los bombardeos de las fuerzas armadas de Ucrania en esa zona (que incluso llegaron a alcanzar un hospital materno) causaron en los últimos días la muerte a seis civiles, entre ellos un niño, y provocaron más de 30 heridos.
Al profundizar en la procedencia de las armas empleadas en estos ataques contra Donetsk, Nebenzia denunció el uso de municiones de racimo de origen francés pese a que París confirmó la destrucción de este tipo de municiones en 2016.
Moscú ha reiterado que no emplaza medios ni contingentes militares en torno a objetivos civiles y ha criticado a Kíev por permitir que sus fuerzas armadas y batallones nacionalistas bombardeen objetivos civiles o utilicen a la ciudadanía como escudos humanos.
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