Moscú/AFP
El ejército ruso afirmó el viernes que tiene «pruebas» de la «participación directa de Gran Bretaña» en una puesta en escena del presunto ataque químico de la semana pasada en Guta Oriental.
Disponemos de «pruebas que muestran la participación directa de Gran Bretaña en la organización de esta provocación en Guta Oriental», declaró el portavoz del ejército ruso, Igor Konashenkov.
El vocero acusó a Londres de haber ejercido «una fuerte presión» sobre los Cascos Blancos sirios, socorristas civiles en la zona rebelde que fueron los primeros en alertar sobre este presunto ataque, «para escenificar esta provocación preparada de antemano».
«Se dijo a los Cascos Blancos que entre el 3 y el 6 de abril los combatientes de Yaish al Islam lanzarían una serie de disparos de artillería contra Damasco. Eso provocaría una reacción de las fuerzas gubernamentales que los Cascos Blancos deberían utilizar para escenificar esta provocación», declaró.
Konashenkov añadió que Moscú dispone «de entrevistas de personas que participaron directamente en la filmación de videos» con los que supuestamente se simula el ataque químico. Los habitantes de Duma, que fue recuperada por el régimen de Bashar al Asad, «contaron con detalles cómo se hicieron las tomas y en qué pasajes participaron», dijo.
La embajadora británica ante Naciones Unidas, Karen Pierce, calificó las declaraciones del portavoz de «grotescas».
«Es una de las peores piezas de ‘fake news’ que hemos visto hasta ahora de la máquina propagandística rusa», dijo Pierce a los periodistas en la sede de la ONU en Nueva York.
«Quiero aprovechar esta oportunidad para decir esto categóricamente: Gran Bretaña no tiene ninguna implicación y nunca tendría ninguna implicación en el uso de un arma química», agregó.
Según los Cascos Blancos sirios y la oenegé Syrian American Medical Society, decenas de personas murieron el 7 de abril en Duma en un ataque con «gases tóxicos» del que los occidentales acusan al régimen de Bashar al Asad, quien rechaza toda responsabilidad.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calificó este viernes el presunto ataque químico en Siria de «puesta en escena» en la que participaron «los servicios especiales de un Estado», al que no nombró pero llamó «rusófobo».