Moscow/Rusia/AFP
Rusia tuvo una fiesta de ensueño en la inauguración del Mundial 2018 al golear 5-0 a Arabia Saudí, en el estadio Luzhniki ante 80.000 espectadores, en un duelo que estuvo precedido por los discursos de apertura de Vladimir Putin y Gianni Infantino.
Yuri Gazinsky tuvo el privilegio de inaugurar la cuenta de goles de la Copa del Mundo al acertar de cabeza en el minuto 12, en un partido de guante blanco dirigido sin problemas por el argentino Néstor Pitana.
Denis Cheryshev (43 y 90+1), Artem Dzyuba (71) y Aleksandr Golovin (90+4) completaron la cuenta.
Con su triunfo, Rusia suma tres puntos y se sitúa al frente del Grupo A, a la espera de lo que ocurra hoy en Ekaterimburgo entre Uruguay y Egipto.
Antes del duelo, tras una ceremonia austera en la que cantaron el inglés Robbie Williams y la soprano rusa Aida Garifullina, tomaron la palabra Putin e Infantino.
El Partido
Impulsado por su público, el equipo ruso comenzó con energía, encadenando varias llegadas al área saudí, intimidado por el imponente escenario.
En esta oleada inicial llegó el gol de Gazinsky, que remató de cabeza sin marca un centro con rosca del inspirado Golovin, llevando la euforia a las gradas.
El tanto dejó todavía más zarandeado al cuadro dirigido por el hispano-argentino Juan Antonio Pizzi, que facilitaba el trabajo a Rusia con pérdidas infantiles cuando trataba de sacar el balón jugado.
La línea de tres mediapuntas locales, formada por Golovin, Alexander Samedov y Alan Dzagoev funcionaba a la perfección, pero el último se despidió de la fiesta de manera anticipada. Sufrió un tirón que le dejó seco en medio de un contragolpe (24) y entró en su lugar Cheryshev, el hispano-ruso del Villarreal.
Cuatro minutos antes, Arabia Saudí había tenido su mejor ocasión. En un despiste ruso, el lateral izquierdo Yasir Alshahrani emprendió una internada que remató el ariete Mohammed Alsahlawi (20).
Rusia no se resintió del cambio de cromos en su ataque. En el 42, a Cheryshev le sobró un regate cuando ya había dejado atrás a su marcador. Enmendó rápido su error.
Un minuto después, culminó un ataque hilvanado en el que el balón cruzó de derecha a izquierda, donde el extremo sentó a dos rivales con un preciso movimiento y la puso en las redes con un zurdazo.
Luego, el futbolista de 27 años se tiró al suelo emocionado, borrando en un segundo una temporada sin continuidad por las lesiones, que puso en duda hasta el último momento su presencia en el gran torneo.
En los últimos minutos antes del descanso, ambas formaciones bajaron las pulsaciones y firmaron una tregua. En la segunda parte tampoco subió en exceso el ritmo de juego.
Media hora después de su primera oportunidad, por fin Arabia Saudí pudo sumar un nuevo acercamiento, pero Taiseer Aljassam no llegó al centro (56).
Casi sin fútbol, Rusia se impuso de nuevo su poderío físico y técnico. De nuevo Golovin levantó el balón dentro del área y Dzyuba, en su primera intervención, remató picado de cabeza ganando la posición a su marcador.
El futbolista lo celebró con su técnico Stanislav Cherchesov, que le dedicó un solemne saludo militar.
Ya en el descuento Cheryshev completó su doblete con un excelente tiro a la escuadra, de volea y con el exterior de su bota izquierda. Golovin, con un tiro libre magistral por el exterior de la barrera, cerró la cuenta.