Moscú/Prensa Latina
El ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov subrayó hoy que la operación militar especial de Rusia tiene como objetivo desarmar a Ucrania, porque Moscú no permitirá que Kiev obtenga armas nucleares.
El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, admitió el pasado 19 de febrero, durante su discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que su país podría reconsiderar sus compromisos en virtud del Memorando de Budapest, el cual previó su renuncia a las armas nucleares a cambio de garantías de seguridad.
En una entrevista con el canal de televisión Al Jazeera, publicada este miércoles en su canal de Twitter, el alto funcionario manifestó que Rusia está preparada para la segunda ronda de negociaciones con Ucrania, pero Kiev está demorando el proceso por órdenes de Estados Unidos.
Antes, una fuente rusa declaró a la agencia de noticias TASS que la próxima ronda de conversaciones ruso-ucranianas estaba prevista para este 2 de marzo, mientras el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, aseguró que la delegación de Moscú estará esta tarde en el lugar del encuentro, el cual no daría a conocer.
Durante su intercambio con el canal qatarí, el canciller ruso apuntó que una tercera guerra mundial, si sucede, será nuclear y devastadora, al referirse a palabras recientes del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre el tema.
Recordó que en declaraciones a la prensa de su país, el mandatario estadounidense expresó que una alternativa a las duras medidas impuestas por Washington a este país sería una tercera guerra mundial.
En otra parte del diálogo, el jefe de la diplomacia de Moscú subrayó que el tema de la pertenencia de Crimea no está en discusión y apuntó que ese territorio forma parte de Rusia.
Acerca de las restricciones impuestas por Occidente, explicó que la nación euroasiática estaba preparada para ellas, pero se sorprendió de que esas medidas afectaran a deportistas, intelectuales, actores trabajadores de los medios de comunicación.
Después que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció una operación militar en Ucrania el pasado 24 de febrero, Occidente arreció sus sanciones económicas y personales contra la nación euroasiática.
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y los países de la Unión Europea apuntaron a sectores claves del comercio, las finanzas, la energía, las exportaciones y la aviación de Rusia.
Las medidas unilaterales se extendieron al propio jefe de Estado y al ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov, establecieron la desconexión de algunos bancos del sistema Swift, el cierre del espacio aéreo europeo y de otros países para sus aerolíneas y la paralización de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia.