En rueda de prensa, el diplomático informó que la respuesta ‘se encuentra en una fase bastante avanzada’ pero ‘no está concluida’ y en ella trabaja un equipo interministerial.
Grushkó aseguró que Moscú dispone de avances técnico-militares que permiten responder de una manera ‘bastante operativa y de forma coherente’ a cualquier amenaza relacionada tanto con el ensayo de misiles como su posible despliegue en diferentes regiones.
El pasado 2 de agosto dejó de regir el Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto (INF, por sus siglas en inglés), firmado en diciembre de 1987 por la entonces Unión Soviética y Estados Unidos para prohibir la producción y el uso de misiles balísticos y de crucero con alcance de entre 500 y cinco mil 500 kilómetros.
El 18 de agosto el Departamento de Defensa de Estados Unidos informó que el país ensayó exitosamente un misil crucero lanzado desde tierra con el objetivo de reunir información de cara al desarrollo de futuros proyectiles de medio alcance tras la salida del Tratado INF.
En respuesta, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró el 23 de agosto que el país no pretende involucrarse en una nueva carrera armamentista, pero preparará una respuesta simétrica.
‘Ordeno al Ministerio de Defensa de Rusia, al Ministerio de Exteriores y otros departamentos específicos a analizar el nivel de amenaza creada por las acciones de Estados Unidos para nuestro país y tomar medidas exhaustivas para preparar una respuesta simétrica’, declaró Putin ese día en reunión del Consejo de Seguridad de Rusia.
Recordó que Washington organizó toda una campaña de desinformación contra Moscú, acusándolo de violaciones del Tratado INF, para enmascarar el verdadero objetivo de desmantelar ese acuerdo y desarrollar nuevos misiles.
Aseguró que las acciones de la Casa Blanca no fueron ‘una improvisación sino otro elemento de una cadena de eventos que se habían planeado y ejecutado con antelación’.
Indicó que Rusia estaba al tanto de que el complejo militar norteamericano estaba desarrollando armas sujetas a restricciones en el marco del Tratado INF y en más de una ocasión lo reveló a su antigua contraparte en ese convenio.
No obstante, ‘en lugar de enmendar esa situación intolerable y retomar el cumplimiento del acuerdo, Estados Unidos orquestó una campaña de propaganda sobre la supuesta violación de las cláusulas del mismo por parte de Rusia’.
Para Putin, Estados Unidos tenía previsto ‘zafarse de las restricciones impuestas, quedar con las manos libres para desplegar misiles antes prohibidos en diversas partes del mundo’.
Subrayó que según políticos estadounidenses de alto rango, los nuevos sistemas podrían emplazarse en un principio en Asia Pacífico, ‘lo que afecta nuestros intereses vitales porque la región se encuentra cerca de las fronteras de Rusia’.
A pesar de la prueba realizada por Estados Unidos, el Presidente ruso reiteró que el Kremlin continúa abierto a dialogar con la Casa Blanca para restablecer la confianza y fortalecer la seguridad internacional.