Por Maxime Popov
Moscú/AFP
Rusia confirmó el miércoles el cese inmediato de sus entregas de gas a Ucrania, illness al día siguiente del fracaso de las negociaciones, sovaldi sale en una nueva fase de la guerra energética que libran ambos países y seguida con preocupación por la UE.
Esta decisión se produce tras el fracaso de la reunión tripartita entre rusos, ucranianos y europeos, que terminó el martes por la noche en Viena sin acuerdo entre Moscú y Kiev sobre los precios del gas ruso.
El gigante ruso Gazprom confirmó el miércoles el cese de su suministro de gas a Ucrania, tras el anuncio la víspera por Kiev de la suspensión de todas sus compras de gas a Rusia como consecuencia del fracaso de estas negociaciones sobre los precios.
«Ucrania no ha pagado por el suministro de gas para julio. A partir de las diez de la mañana del 1 de julio, el suministro de gas de Gazprom a Ucrania se corta. Gazprom no entregará más gas a Ucrania –sea cual fuere su precio– sin prepago» declaró en un comunicado el presidente de Gazprom, Alexei Miller.
Este corte del suministro no debería amenazar las entregas de gas ruso a la Unión Europea. Un 15% del consumo de gas de países europeos transita por territorio ucraniano. En efecto, la compañía pública ucraniana Naftogaz prometió el martes en un comunicado que seguiría garantizando el tránsito del gas ruso hacia los demás clientes europeos de la UE.
«Las entregas de gas para las necesidades de Ucrania, ése es un tipo de acuerdo. El tránsito de gas hacia Europa, es otro tipo de acuerdo. La situación actual no afectará de ninguna manera el tránsito hacia Europa» confirmó a la AFP un portavoz del operador ucraniano Ukrtransgaz.
Posiciones muy alejadas
Gazprom y Naftogaz están enfrentados desde la llegada a Kiev de un gobierno prooccidental a principios de 2014, y en un contexto de tensiones con Moscú por el conflicto en el este ucraniano, controlado por separatistas prorrusos.
Rusia había concedido a las anteriores autoridades ucranianas afines a Moscú –expulsadas del poder a principios de 2014– reducciones sobre el precio del gas, que fueron anuladas a la llegada al gobierno de los prooccidentales. Ello provocó un fuerte aumento de las tarifas que Ucrania se negó a pagar.
Un representante de la Comisión Europea que participó en las negociaciones reconoció por su lado que las posiciones de los dos países están «aún muy alejadas», pero prometió hacer nuevas propuestas para reactivar las conversaciones.
Bruselas desearía que las negociaciones permitan un acuerdo «que cubra al menos el período de invierno (boreal) hasta fines de marzo», según una fuente europea.
En las precedentes «guerras del gas» entre Moscú y Kiev en 2006 y 2009, Rusia acusó a Ucrania de extraer de los gasoductos que atravesaban su territorio gas que estaba destinado a los europeos.
Ucrania, muy dependiente de su vecino ruso en lo referente a su suministro energético, cuenta cada vez más con las entregas de gas proporcionados vía Europa central, procedentes de Noruega.
Gazprom considera que estas entregas son a menudo ilegales porque pueden ser de gas que originalmente procede de Rusia, y que es luego revendido a Ucrania por otros países europeos.