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Moscú/PL
Rusia calificó hoy de vil asesinato el ataque perpetrado contra sus médicos en Siria por grupos terroristas y expresó su indignación por la posición asumida ante ese hecho por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El vocero del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, denunció la agresión contra los galenos militares que laboraban en un hospital móvil desplegado en una zona de la ciudad siria de Alepo para atender, sobre todo, a menores enfermos.
La muerte de cualquier personal médico, que llega para atender a menores afectados en cualquier tipo de conflicto, no es solo una violación del derecho internacional o un hecho condenable, comentó el mayor-general ruso.
En casos como esos, también se está ante el momento de la verdad, pues según se pronuncian sobre el hecho, identificas a quién estás tratando, estimó Konashenkov.
En el CICR, cuyo presidente hace una semana visitó Rusia, conocen muy bien cuál es la labor de nuestro país para brindar ayuda a los civiles en Alepo, incluida la sanitaria, destacó.
Por ello, no se trata de una violación ‘por las partes’ del derecho humanitario internacional, como afirma el CICR, sino de una acción calculada para un asesinato a sangre fría de los médicos rusos por parte de los terroristas, afirmó.
Solo por pura casualidad, pues se atrasó el ómnibus que debía transportarlos, bajo el ataque con morteros no quedaron decenas de niños y sus madres, quienes debían acudir allí, después de ser liberados unos 30 barrios de Alepo oriental, comentó.
Esperábamos, al menos, el respeto a la labor de nuestros médicos en Siria y una condena a la acción terrorista, pero recibimos una respuesta cínica, indigna de una institución como el CICR, denunció el mayor-general ruso.
La víspera, perecieron dos doctoras militares y una resultó herida, tras un ataque dirigido de morteros contra un hospital de campaña desplegado por una unidad militar médica rusa.
