Moscú/PL
El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, condenó hoy la aprobación por Estados Unidos de restricciones en el otorgamiento de visas y alertó sobre la posible injerencia de Washington en las elecciones de 2018.
A través de su página web oficial, la embajada norteamericana comunicó el lunes que la concesión de permisos a no migrantes sería suspendido a partir de esta jornada hasta el 1 de septiembre.
Dicho procedimiento será retomado a partir de esa fecha, pero solo en Moscú, en tanto los consulados en San Petersburgo, Ekaterimburgo y Vladivostok no realizarán esos trámites hasta nuevo aviso.
En declaraciones a medios de prensa asiáticos, Riabkov criticó la decisión de la Casa Blanca y aseguró que su Gobierno mantendrá la calma y valorará la implementación de acciones de respuesta, las cuales serán mesuradas, sin atentar contra el sentido común.
Si Washington considera que los contactos con los ciudadanos rusos son tan tóxicos como para impedirlos, debería decirlo. El país que presume de defender la libertad de movimiento en todo el mundo, muestra ahora el oportunismo y el relativismo de su política en esta esfera, señaló.
Probablemente, están temerosos de que la gente vea cómo es realmente Estados Unidos y por eso entorpecen el acceso de los rusos a las visas, lo cual demuestra que esa nación se ha convertido en la antítesis de los valores promovidos por los Padres Fundadores, añadió.
El vicecanciller aseguró que esa medida forma parte de las incesantes acusaciones y acciones del gobierno norteamericano contra Moscú, fenómeno que catalogó de ‘locura colectiva’.
Por otra parte, reiteró el rechazo a las investigaciones sobre una presunta interferencia rusa en los comicios estadounidenses de 2016 y advirtió sobre la posible mediación de ese país en las elecciones presidenciales rusas.
No hay dudas de que intervendrán en la consulta popular. Estamos acostumbrados a la injerencia de Estados Unidos, cuyos servicios secretos realizaron incluso escuchas telefónicas ilegales, indicó.
Asimismo, señaló que las acciones de la Casa Blanca tienen un impacto negativo en las relaciones bilaterales, cuyas consecuencias se observarán durante un largo período de tiempo.
También informó que más de 400 empresas y 200 personas sufrieron afectaciones por la aplicación de sanciones económicas a esta nación.
Washington pretende imponer su voluntad y cambiar el rumbo político de Rusia, incluso mediante el uso de métodos prohibidos, denunció.
No obstante, aseguró que Moscú no se considera obligado a responder a esas agresiones, ni se guía por la lógica de las contramedidas y la guerra fría.
Aunque podemos, somos conscientes de que dar pasos apresurados, sobre todo si son asimétricos, dañaría la seguridad regional y global, afirmó.