Por Carole Landry/Omar Haj Kadour
Naciones Unidas/AFP/RT/PL
Estados Unidos advirtió que está listo para lanzar nuevos ataques contra el gobierno sirio al día siguiente de haber bombardeado una base aérea en Siria, que reaccionó con furia junto a sus aliados Rusia e Irán.
«Estados Unidos tomó una decisión muy mesurada la noche pasada [por jueves]» con el ataque a la base aérea siria, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, ante el Consejo de Seguridad, que sesionó de emergencia tras el primer ataque de Washington contra las fuerzas sirias.
«Estamos dispuestos a hacer más, pero esperamos que ello no sea necesario», enfatizó la diplomática.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, adelantó que Washington «anunciará sanciones suplementarias contra Siria» próximamente.
El ataque estadounidense fue una represalia tres días después de un presunto ataque con armas químicas contra la ciudad rebelde Jan Sheijun, que dejó más de 86 muertos y del que fue responsabilizado el gobierno de Bashar al Asad.
El Pentágono sospecha que Siria recibió ayuda para realizar el supuesto ataque químico, aunque funcionarios estadounidenses no se atrevieron a acusar a Rusia de complicidad.
El lanzamiento de 59 misiles de crucero Tomahawk contra la base aérea de Al Shayrat, cerca de la ciudad de Homs, causó la ira de Rusia e Irán, aliados de Asad.
«Estados Unidos atacó el territorio soberano de Siria. Calificamos ese ataque como una violación flagrante de la ley internacional y de un acto de agresión», dijo el embajador de Moscú en la ONU, Vladimir Safronkov, ante el Consejo de Seguridad.
La presidencia siria calificó por su lado los bombardeos estadounidenses de acto «irresponsable» e «idiota».
Llamado a la «moderación»
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Francia y Reino Unido instaron, de su lado, a buscar una solución «política» en Siria, sumergida en la guerra desde 2011.
Antes de la reunión del Consejo, Guterres hizo un llamado a la «moderación» y subrayó que «no existe otra vía para poner fin al conflicto (sirio) que una solución política».
Los bombardeos con misiles fueron ordenados el jueves por la noche por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Hacia las 3:40 de la madrugada, hora local, 59 misiles de crucero «Tomahawk» fueron disparados por dos navíos estadounidenses en el Mediterráneo hacia la base aérea siria de Al Shayrat (centro).
Horas después, el ejército sirio daba cuenta de «seis muertos, heridos e importantes daños materiales». La agencia de prensa oficial Sana anunció la muerte de 9 civiles, incluyendo niños, en los pueblos de alrededor.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) indicó que siete soldados habían fallecido y que el aeropuerto militar «fue casi totalmente destruido: los aviones, la pista, el depósito de combustible y el edificio de la defensa aérea han sido pulverizados».
Una fuente militar siria señaló a la AFP que el ejército tenía constancia previamente de la acción estadounidense y había «tomado precauciones», desplazando aviones de la base aérea atacada.
‘No es suficiente’
En un solemne discurso en televisión desde su residencia en Florida, Trump explicó que estos ataques estaban «directamente relacionados» con los «horribles» acontecimientos del martes.
Los servicios secretos estadounidenses establecieron que los aviones que realizaron el ataque salieron de la base Al Shayrat, conocida como un lugar de almacenamiento de armas químicas antes de 2013, según el Pentágono.
La coalición de la oposición política siria -debilitada frente al gobierno en los últimos meses- aplaudió la operación estadounidense, pero «bombardear un solo aeropuerto no es suficiente», dijo Mohamed Allouche, miembro del opositor Alto Comité de negociaciones (ACN).
El presidente ruso, Vladimir Putin, consideró en cambio que la operación «causa un perjuicio considerable a las relaciones entre Estados Unidos y Rusia», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
A su vez el ministro de Exteriores de Irán, Mohamed Javad Zarif, afirmó que Estados Unidos recurrió a «falsas acusaciones» para bombardear la base siria.
¿Y después?
Las fuerzas del gobierno buscan recuperar los últimos bastiones en manos de los rebeldes, especialmente en la provincia de Idlib, y de los diferentes grupos yihadistas como el Estado Islámico (EI).
La decisión de Trump fue bastante bien recibida por los otros países implicados en la crisis siria, como Turquía y estados europeos.
El presidente de Francia, François Hollande, anunció que apoya «la iniciativa» de «relanzar el proceso de transición política en Siria», pero «en el marco de las Naciones Unidas si es posible».
Mientras el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, celebró los ataques y llamó a tomar medidas suplementarias.
Hasta ahora, ninguna iniciativa diplomática ha conseguido establecer un alto el fuego duradero en un país donde ya han muerto más de 320.000 personas desde marzo de 2011 y millones han huido de sus casas.
En 2013, el predecesor de Trump, Barack Obama, renunció a atacar al gobierno sirio después de un bombardeo con armas químicas cerca de Damasco, que causó más de 1.400 muertos.
Esta vez, Washington pasó a la acción tras establecer que el gobierno sirio había utilizado «un agente neurotóxico que tiene las características del sarín», según un alto responsable de la Casa Blanca.
Rusia ante la ONU: «Ni se les ocurra enemistarnos con el mundo árabe»
«Estados Unidos atacó el territorio soberano de Siria. Calificamos ese ataque como una violación flagrante de la ley internacional y de un acto de agresión», dijo el representante de Rusia, Vladímir Safrónkov, y advierte a Washington contra los intentos de imponer un ultimátum a Damasco, ya que -dijo- «no funcionan».
«O cooperamos de manera profesional o los ultimátum no funcionarán», afirmó, explicando que «el mundo se volvió muy complejo y multipolar y no se puede ya vivir así».
Safrónkov ha calificado las acciones de Washington en Siria de «grave violación del derecho internacional y un acto de agresión», que podría tener «consecuencias muy graves para la estabilidad regional e internacional».
El representante ruso ha destacado que, últimamente, el gobierno de Estados Unidos «ha hablado mucho» de la necesidad de combatir el terrorismo internacional, justificando de esta manera la presencia de tropas estadounidenses y de sus aliados en el territorio sirio, «a pesar de que estaban allí sin invitación del Gobierno legítimo de Siria y sin la sanción del Consejo de Seguridad de la ONU».
«En realidad, la agresión de Estados Unidos no hace más que fortalecer el terrorismo», recalcó Safrónkov, agregando que los terroristas «se han animado» al recibir «este tipo de apoyo de Washington».
El representante ruso ha reiterado que el Ejército sirio «ha sido y sigue siendo la principal institución de la lucha contra el terrorismo» en Siria, y ha recordado las consecuencias que la destrucción de las instituciones de las Fuerzas Armadas en Irak y Libia tuvo para estos países.
El vicembajador ruso ante la ONU ha calificado de «hipócritas» los llamamientos de Estados Unidos reclamando una solución política en Siria después de lanzar ataques militares contra el país árabe.
En relación al reciente progreso logrado en la solución de la crisis, Safrónkov lanzó una pregunta a Estados Unidos: «¿Qué objetivos han perseguido cuando socavaron este progreso, logrado, por cierto, no gracias a ustedes?».
El representante ruso ha denunciado la «obsesión» de Washington, Londres y París con la «paranoica idea» de derrocar al Gobierno legítimo de Siria.
Según el diplomático, esta obsesión «se percibe claramente» en el comportamiento y el discurso «poco diplomático» del embajador británico Matthew Rycroft, a quien acusó de utilizar «argumentos y acusaciones de baja calidad y no profesionales» contra Rusia.
«Se lo advierto una vez más: ni se les ocurra enemistarnos con el mundo árabe, no va a funcionar», subrayó Safrónkov.
El diplomático ruso ha indicado que Occidente «ni siquiera estaba interesado» en una investigación «independiente e imparcial por los órganos competentes de lo que realmente ocurrió» en la provincia siria de Idlib.
«Es más: lo temía», ya que sus resultados podrían «refutar» su política dirigida contra el Gobierno sirio, aseguró Safrónkov.
El representante ruso ha tachado de «prueba flagrante de doble rasero» la falta de reacción de Occidente a los ataques químicos de los terroristas en Oriente Medio, en primer lugar, en la ciudad iraquí de Mosul.
En este sentido, ha sugerido que el ataque estadounidense en Siria es «un intento de desviar la atención» del mundo «de las numerosas víctimas entre la población civil en Irak y Siria, causada por las acciones unilaterales de Estados Unidos».
«Instamos a Estados Unidos a detener de inmediato la agresión, a participar en los esfuerzos políticos y a emprender una lucha coordinada contra la amenaza terrorista. Nosotros aún estamos dispuestos a este tipo de cooperación», ha señalado Safrónkov.
Defensa rusa notifica a Pentágono suspensión de teléfono directo
El ministerio ruso de Defensa (Mindef) notificó al Pentágono el fin de los servicios de comunicación telefónica directa para casos de emergencia, en especial, en las misiones sobre el espacio aéreo sirio.
Mediante canales diplomático-militares se envió al Pentágono una nota sobre la suspensión de la línea directa establecida entre ambas partes, según un memorando pactado en octubre de 2015, indicó el vocero del Mindef, mayor-general Igor Konashenkov.
El documento sobre el fin de la actividad del referido memorado a partir de la medianoche de este viernes se le entregó al agregado militar norteamericano, quien ratificó la recepción, indicó el portavoz.
La avenencia permitía a Rusia y Estados Unidos coordinar acciones sobre el espacio aéreo de Siria de naves de combate de este país y de la coalición occidental encabezada por Washington en sus declaradas acciones contra formaciones terroristas en el país levantino.
Moscú y Washington establecían comunicaciones regulares mediante videoconferencias sobre la situación en Siria. La última de ellas se realizó el 24 de marzo pasado, recordó Konashenkov.
El Kremlin opinó que el memorando quedó anulado por el ataque de la Armada estadounidense desde el mar Mediterráneo contra la base de la aviación siria de Al Shairat, en la provincia de Homs, lanzado en violación del derecho internacional contra un estado soberano.
Al respecto, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, indicó que el presidente norteamericano, Donald Trump, violó regulaciones internas de su país al ordenar el ataque, sin informar debidamente sobre ello al Congreso.