Moscú/P^L
Rusia reiteró su rechazo a las declaraciones injerencistas del secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, sobre Venezuela y procesos en América Latina, como la compra de armas a esta nación.
Rusia critica, además, los llamamientos de Tillerson a involucrar a los militares en la solución de asuntos políticos en Latinoamérica, subrayó la vocera de la cancillería, María Zajarova.
A una pregunta de Prensa Latina, sobre el tema de Tillerson en América Latina, Zajarova afirmó que Rusia observa cómo ‘bajo el principio de la defensa de la democracia o la democratización’, se esconden otros propósitos.
En lugar de buscar una mejora, más bien se quiere empeorar la situación en el país, consideró la vocera.
La solución a los problemas internos venezolanos debe estar ligada a los procedimientos legales y constitucionales vigentes, sin la más mínima injerencia foránea, y la forma más transparente es hacerlo mediante el ejercicio electoral en las urnas, enfatizó.
Rusia saluda el acuerdo alcanzado en Santo Domingo entre el gobierno y la oposición, aunque solo el gobierno aceptó firmarlo, mientras la oposición decidió tomarse su tiempo, comentó la portavoz.
Nosotros, recalcó, en todo momento reiteramos la necesidad de un diálogo nacional en el país suramericano y consideramos la posibilidad de alcanzar una solución al diferendo solo mediante la participación de los propios venezolanos en la determinación de su futuro.
Además, Moscú celebra la definición del 22 de abril como día para las elecciones presidenciales, aunque tal decisión parece no convenir a algunas naciones de la región, negadas a aceptar tal proceso electoral y enfrascados en realizar provocaciones, afirmó.
Sobre los comentarios de Tillerson respecto a la venta de armamentos rusos a países que calificó de ‘no amigos’ de Estados Unidos en América Latina y las supuestas consecuencias negativas de ello, la portavoz enumeró una larga lista de contraargumentos.
Zajarova recordó que Estados Unidos práctica una injerencia directa en los asuntos internos de Asia Central, cercana a Rusia, incluido el caso de Kirguistán, donde mantuvo por mucho tiempo una base aérea cerrada al acceso de ese país y apoyó a la oposición interna.
En Europa, recordó la portavoz, Washington mantiene desplegados un total de 65 mil uniformados, cientos de tanques y bombas atómicas, mientras sitúa laboratorios biomédicos militares, con especialistas norteamericanos, cerca de la frontera de este país.
Igualmente mencionó que en Japón se encuentran 60 mil militares estadounidenses y 30 mil en Corea del Sur, a la par que Washington despliega un sistema antimisil en la zona asiática, complemento de lo desplegado por el Pentágono en países europeos como Rumanía y Polonia, desglosó la diplomática.
Todo ello ocurre cuando Rusia carece siquiera de algo parecido a una presencia bélica cerca de la frontera de Estados Unidos, arguyó.