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Rusia insta a Estados Unidos a no inventarse cuentos sobre la caída de misiles rusos en Irán, y abordar el problema de cómo los cientos de vehículos Toyota fueron a parar en manos del Estado Islámico, demandó el Ministerio de Exteriores ruso.
«Fuentes anónimas comentaron sobre la caída de un misil [de crucero ruso en territorio iraní], y esas mismas fuentes no saben cómo fueron a parar las camionetas Toyota a manos del EI. En lugar de inventarse cuentos sobre los misiles de crucero rusos, mejor deberían abordar el tema de sus camionetas», dijo la portavoz oficial de la Cancillería rusa, María Zajárova, citada por la agencia RIA Novosti.
La semana pasada, la unidad sobre financiación del terrorismo del Departamento de Tesoro estadounidense preguntaba a la compañía Toyota por qué tantos de sus vehículos han acabado en manos de terroristas en Libia, Siria e Irak.
Como respuesta, la marca japonesa emitió un comunicado en el que no se explicaba cómo había sucedido y anunció que estaba dispuesta a cooperar con la investigación de Estados Unidos sobre el tema.
En particular, en los videos del EI se pueden apreciar vehículos Toyota Hilux y a los todoterrenos Toyota Tacoma y Toyota Land Cruiser, todos equipados con armas pesadas y llenos de milicianos. Toyota es el segundo mayor productor de vehículos del mundo, recuerda ABC.
En este sentido, el Instituto Ron Paul para la Paz y la Prosperidad informó que el Departamento de Estado de Estados Unidos. y el Gobierno británico suministraron cientos de esos vehículos al Ejército Libre Sirio- que lucha contra el gobierno de Bashar al Assad- y luego pasaron a manos del EI.
Develan misterio de autos Toyota
El Instituto Ron Paul para la Paz y la Prosperidad asegura que ha ‘resuelto el enigma’ sobre los cientos de vehículos de la marca japonesa Toyota que están en manos de los milicianos del EI.
Según informes de 2013 y 2014, el Departamento de Estado de Estados Unidos y el Gobierno británico suministraron esos autos al Ejército Libre Sirio —que lucha contra el régimen de Bashar Al Assad— y luego pasaron a manos del grupo Estado Islámico.
Este organismo se ha basado en dos informaciones, una ofrecida por la Radio Pública Internacional (PRI, por sus siglas en inglés) en abril de 2014, cuando indicó que Estados Unidos facilitó «43 camiones de la marca Toyota a los rebeldes sirios»; y otra que publicó el diario ‘The Independent’en 2013, que escribió que «sin duda, el Gobierno británico también ha suministrado vehículos a los terroristas que luchan dentro de Siria».
«Gran parte de esto no es nuevo. La pregunta sigue siendo ¿por qué el Tesoro estadounidense lleva a cabo esta farsa transparente? Tal vez en Washington crean que, si son los únicos que se plantean la pregunta obvia de cómo el EI ha conseguido desplegar un gran número de tropas mecanizadas en medio del desierto sirio, nadie va a sospechar que tienen un papel en ello», plantea el analista político y columnista Tony Cartalucci.
«Se ha preguntado a la parte equivocada»
La semana pasada, la unidad sobre financiación del terrorismo del Departamento de Tesoro estadounidense preguntaba a la compañía Toyota por qué tantos de sus vehículos han acabado en manos de terroristas en Libia, Siria e Irak. Como respuesta, la marca japonesa emitió un comunicado en el que no se explicaba cómo había sucedido y anunció que estaba dispuesta a cooperar con la investigación de Estados Unidos sobre el tema.
Cartalucci sostiene que el Tesoro estadounidense «ha preguntado a la parte equivocada» y sugiere que debería de haber planteado esta cuestión ante su propio Departamento de Estado.
«A la hora de elegir a sus socios y restablecer la seguridad y el orden en Oriente Medio y el norte de África, la operación de Rusia y lo que tendría que convertirse en una coalición antiterrorista con un apoyo masivo debe recordar la criminalidad de Estados Unidos y sus aliados», sentencia el analista.
¿Vía Turquía?
En una entrevista en el diario ‘Daily Mail’, el experto en terrorismo global de la Universidad de Monash (Australia), Greg Barton, afirma que los autos Toyota Hilux robados en Australia se transportan a Turquía por vía marítima y luego, a través de su frontera con Siria, se envían a los yihadistas del Estado Islámico.
Según la agencia de noticias Xinhua, este viernes la emisora de radio Macquarie ha informado a los propietarios de los Toyota Hilux residentes en la ciudad australiana de Sídney de que sus autos son objetivo de los ladrones. La Policía de Sídney revela que los autos robados se transportan enteros o por partes. La Toyota Hilux de color blanco parece ser el vehículo preferido de los extremistas del grupo terrorista.
En una entrevista con Australian Broadcasting Corporation, el embajador de Irak en Estados Unidos Lukman Faily afirmaba que en los últimos años cientos de vehículos Toyota –tanto nuevos como viejos– han acabado en manos de los terroristas del Estado Islámico en Irak y Siria. Al ser preguntado sobre el origen de los autos el embajador comentó: «Esta es una cuestión sobre la que el Gobierno iraquí está preguntando a nuestros vecinos».
Toyota responde
La aparición de numerosos videos y fotografías publicadas por el Estado Islámico con combatientes a bordo de vehículos todoterreno y camionetas de la marca Toyota, generó sospechas en Estados Unidos, que preguntó a la marca japonesa Toyota al respecto.
La compañía ha emitido un comunicado este jueves, afirmando que no se explica cómo sus productos han llegado a manos de los milicianos y que estan dispuestos a cooperar con la investigación de Estados Unidos sobre la cuestión, informa Auto News.
«Es imposible para cualquier fabricante de automóviles controlar completamente cómo los vehículos pueden ser objeto de apropiación ilegal, robo o revendidos por terceros», afirma el comunicado de Toyota. Al mismo tiempo, la marca afirma que apoyarán la investigación llevada a cabo por el Departamento del Tesoro estadounidense para estudiar los canales de abastecimiento internacionales y los flujos de capitales y mercancías en Oriente Medio.
Por su parte, Ed Lewis, portavoz de la marca nipona, asegura que «Toyota mantiene una política estricta de no vender vehículos a potenciales compradores que puedan usarlos o modificarlos para actividades paramilitares o terroristas», precisando que han añadido «procedimientos para evitar que los productos sean empleados para un uso militar no autorizado».