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“Desgraciadamente, la expansión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) entró en contradicción con ese mismo postulado hace mucho tiempo”, aseguró Riabkov.
El viceministro ruso de Asuntos Exteriores apuntó que Moscú no dejará de llamar la atención sobre el hecho a los miembros de la Alianza y a los países que aspiran a ser parte de la misma.
“Nos mantendremos firmes: si nuestros oponentes van contra nosotros, verán que su seguridad no se refuerza, y las consecuencias para ellos serán graves”, enfatizó.
Para Riabkov, la expansión desenfrenada de la OTAN en los últimos 10 años demostró que las promesas y los compromisos occidentales, que no se plasman en forma legal, valen poco.
“A las autoridades soviéticas y luego rusas se les dijo repetidamente, y a los niveles más responsables, que no habría más expansión de la OTAN hacia el este. Sin embargo, vemos una situación contraria”, recordó.
Según el funcionario ruso, la OTAN considera que cada país tiene derecho a determinar por sí mismo cómo garantizar su seguridad, hasta el punto de unirse a alianzas político-militares.
Frente a ese punto de vista, subrayó que la libertad de unirse a las alianzas no puede ser absoluta. “Es como en la sociedad humana: la libertad de un individuo termina en el momento en que invade la libertad de otro. Debe haber un marco claro y obligaciones y responsabilidades mutuas”, dijo.
Explicó que las afirmaciones sobre la libertad de unirse a alianzas siempre se equilibran con la frase de que no debe hacerse a expensas de la seguridad de otros Estados.
El vicecanciller ruso puso como ejemplo que ese fue y sigue siendo el principio por el que se rige la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.