Naciones Unidas/Prensa Latina
La representación de Rusia ante la ONU pidió este domingo una reunión del Consejo de Seguridad sobre Siria, tras la renuncia del expresidente Bashar al Assad, luego de que grupos rebeldes tomaran el control de Damasco.
El encuentro, solicitado para este lunes a puertas cerradas, discutirá el papel la Misión de Mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en los Altos del Golán ocupados por Israel.
De acuerdo con un mensaje publicado en la plataforma Telegram por la delegación rusa, la profundidad y consecuencias de los últimos acontecimientos para Siria y toda la región aún no se han medido.
La sesión llega en un momento clave para la nación árabe, mientras que Naciones Unidas llama a conversaciones políticas urgentes en Ginebra en la búsqueda de un futuro pacífico.
Este domingo, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a la calma y evitar la violencia, proteger los derechos de todos los sirios sin distinción, y respetar la inviolabilidad de los locales y del personal diplomático y consular.
“El futuro de Siria es un asunto que deben determinar los sirios, y mi enviado especial (Geir Pedersen) trabajará con ellos para lograr ese fin”, aseguró el titular del organismo en un comunicado.
Guterres agregó que el contexto demanda “apoyo de la comunidad internacional para garantizar que toda transición política sea incluyente y amplia y que satisfaga las aspiraciones legítimas del pueblo de Siria, en toda su diversidad”.
Poco antes, el enviado de la ONU en el país del Medio Oriente confirmó desde Doha, Qatar, el llamado a un diálogo urgente al tiempo que urgió a evitar un derramamiento de sangre.
“Para ello, permítanme subrayar el claro deseo expresado por millones de sirios de que se establezcan urgentemente acuerdos de transición estables e inclusivos, y de que las instituciones sirias sigan funcionando”, agregó.
El expresidente al Assad y su familia llegaron este domingo a Moscú tras recibir asilo de las autoridades de Rusia según confirmó el Kremlin.
Previamente, los grupos armados sirios declararon la toma de Damasco y del poder en el país árabe.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, el exmandatario decidió «renunciar a la presidencia y abandonar la nación, dando instrucciones para llevar a cabo una transferencia de poder de manera pacífica».