Por Patricio Arana
Bruselas/AFP
Rusia y Ucrania reanudaron este miércoles las negociaciones en Bruselas sobre el precio y el suministro de gas, tadalafil después de que Moscú aplazara al 16 de junio la fecha límite para que Kiev salde su deuda energética.
Los ministros de Energía ruso y ucraniano, buy viagra Alexander Novak y Yuri Prodan, illness iniciaron esta nueva ronda de negociaciones, con la presencia de los responsables del gigante ruso Gazprom y el ucraniano Naftogaz, Alexei Miller y Andrei Kobolev, y en las que el comisario de Energía, Gunther Oettinger, oficia de mediador.
La madrugada del martes, al cabo de ocho horas de conversaciones, las partes no alcanzaron un acuerdo y Oettinger advirtió que una solución podría llevar «varios días».
De cara a esta nueva ronda, la parte rusa aplazó hasta el 16 de junio la fecha límite para que Ucrania pague su deuda energética antes de pasar a un sistema de pago por anticipado para las entregas de gas.
«La parte rusa ha hecho un paso a favor de la continuación de las negociaciones, que en los últimos tiempos han sido intensas», dijo el delegado general de Gazprom tras entrevistarse con Oettinger.
El presidente ruso Vladimir Putin habló por teléfono durante la noche con la jefa del gobierno alemán Angela Merkel y pidió a la delegación rusa que siga negociando con «posiciones constructivas».
Las negociaciones no avanzan por el precio que reclama Rusia. Desde que el 1 de abril se instaló en Kiev un gobierno prooccidental, Moscú aumentó el precio de 268 dólares a 485 dólares por 1.000 m3 de fluido.
El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, indicó este miércoles que Rusia ofreció un descuento de 100 dólares por cada 1.000 m3, pero Kiev lo rechazó.
«Ya conocemos estos juegos de los rusos: se hace un descuento por decisión del gobierno ruso, que luego es rescindido por otra decisión del gobierno ruso. Nuestra posición sigue siendo la misma: queremos una modificación del contrato», dijo el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk.
El diario ruso Kommersant afirmó que Bruselas propuso el lunes un precio en torno a 360 dólares por 1.000 m3.
Kiev arrastra una deuda con Gazprom de unos 4.500 millones de dólares, según la compañía rusa que había dado un ultimátum hasta el 3 de junio para saldar la factura y que pospuso luego hasta el 9 y el 10 tras un primer pago de Ucrania de 786 millones de dólares.
De momento las partes convinieron en que no se interrumpirá el suministro de gas mientras duren las negociaciones.
Un 15% del gas que la Unión Europea compra a Rusia transita por Ucrania, lo que hace que estas negociaciones sean primordiales para su seguridad energética y para evitar una nueva crisis como la de 2006 y de 2009.
Tanto la parte rusa como la ucraniana dieron señales de distensión en el conflicto que les opone.
El martes el presidente ucraniano Petro Poroshenko anunció la creación de corredores humanitarios que permitan a los civiles que lo deseen abandonar «la zona de la operación antiterrorista con el fin de evitar nuevas víctimas», como lo reclamaba Moscú.
Las fuerzas ucranianas realizan desde el 13 de abril una operación calificada de «antiterrorista» por Kiev para intentar reducir la insurrección armada prorrusa en el este.
Los combates han dejado más de 200 muertos, entre rebeldes, soldados y civiles.
«He visto que todas las partes estaban dispuestas a actuar para bajar tensión en la crisis en Ucrania», estimó el martes el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, después de conversar con sus homólogos ruso y polaco, Serguei Lavrov y Radoslaw Sikorski, en la ciudad rusa de San Petersburgo.