Por Liliana Martínez
LOS ÁNGELES/dpa
Para Aronofsky, Noé es un hombre “oscuro y obsesivo” que experimenta un complejo de culpabilidad tras sobrevivir al gran fenómeno meteorológico.La historia de Noé es de sobra conocida, pero el cineasta aporta una visión un tanto oscura y deprimente del mundo en esa época, con un presupuesto millonario y un reparto de consideración. Además de Crowe, la cinta cuenta con Jennifer Connelly en el papel de Naama, la mujer de Noé, con Anthony Hopkins como Matusalén y Emma Watson como hija adoptiva del responsable del arca y la salvación de las especies animales.
La producción no ha estado exenta de polémica: las primeras proyecciones para público religioso en Arizona resultaron hasta cierto punto negativas debido a la visión que Aronofsky ofrece del célebre personaje.
El problema, parece, es que el director presenta a Noé como un visionario, un profeta que ya vio venir el fenómeno del calentamiento global en su época, algo que no sentó demasiado bien entre los conservadores. Esos problemas provocaron tensiones entre Paramount y Aronofsky. Por un lado están los 125 millones de dólares de presupuesto que la película tendrá que superar en taquilla y, por otro, la cara irreverente del realizador neoyorquino de 44 años, reacio desde un principio a modificar la trama para hacerla más comercial.