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Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Las banderas amarillas y blancas que simbolizan el Estado del Vaticano ondean libres en el parque ecológico de El Paisnal. La gente se aglomera cantando y llevando el rostro del padre Rutilio Grande y de Monseñor Romero, que describió el cardenal Gregorio Rosa Chávez como una “luz de júbilo y esperanza” de un pueblo que busca la paz.
María Funes, religiosamente llega a la conmemoración de cada aniversario, desde el municipio de Nejapa, y afirma que la palabra del padre Rutilio Grande y Monseñor Romero es pura, por ser muy humana.
“Lo recuerdo (padre Rutilio) cuando nos decía que teníamos derechos, que debíamos ser buenos con nuestro prójimo y que siempre buscáramos la construcción de la paz. Ahora están los dos en el cielo, son nuestros ángeles y son nuestras esperanzas”, manifestó.
Para el director del IDHUCA padre José María Tojeira, la canonización de Monseñor Romero es una bendición para el país. Y conlleva la figura del padre Rutilio Grande, que también ofreció su vida por los más débiles, además de unirlos la espiritualidad del Evangelio.
“Creo que la única forma de interiorizar la santidad de Monseñor Romero es amando mucho a Dios y al prójimo sencillamente. Esto lo unía a los más pobres, los más débiles y los más humildes, generalmente son los que están abandonados por la sociedad y es por esto que Monseñor Romero retribuía a estas personas marginadas y olvidadas, con su amor, protección y palabra profética, para que les devolvieran sus derechos. Y sabemos muy bien que el padre Rutilio Grande también será beatificado y juntos serán otra esperanza para el país”, manifestó.
En la Santa Misa las lecturas fueron enfocadas en el poder y la misericordia de Dios, así como el evangelio de San Juan, que habló del “modelo del profeta”, que consideró el cardenal Gregorio Rosa Chávez una situación extraordinaria por la canonización de Monseñor Romero y la beatificación pronta del padre Rutilio Grande.
“Nos adelantamos y le decimos a nuestro Santo Padre, gracias por ser como eres, por darnos el Santo Monseñor Romero y pronto Beato Rutilio. Gracias porque tenemos futuro. Estamos en modo júbilo, en modo esperanza, en modo santo y modo beato, gocemos esta fiesta, y pidamos que nos transforme”, dijo en su homilía.
Asimismo, consideró que estos dos procesos en el Vaticano podrían cambiar la historia de país, a partir de las acciones del papa Francisco que en cien días ha transformado la imagen de la Iglesia para beneficio de la grey católica.
“Su nombre, es el primer papa llamado Francisco que significa tres cosas: la paz, los pobres y la ecología, tres puntos fuertes del trabajo del Santo Padre, luego, ¿de dónde viene?, es el primer papa latinoamericano que trae al mundo su experiencia de la iglesia martirial. Y tercero, su estilo de vida. ¿Cómo evangeliza Francisco?, con lo que es, luego con lo que hace y con lo que dice… así fue el padre Rutilio y Monseñor Romero”, agregó.
El cardenal Rosa Chávez invitó a la población a soñar y tener esperanza, pero indicó que debe construirse a diario, por ser una gracia que debe ser conquistada con paciencia, perseverancia e ilusión, como realizan los artesanos sus obras.
“Cuesta dar buenas noticias y es más difícil ser buena noticia. Romero y Rutilio las daban y fueron grandes evangelizadores.
En Ecuador, en la Diócesis de Cuenca, Rutilio es un ícono, igual que Romero. Y tienen un mural donde están estas tres figuras el obispo Luna Tobar de Cuenca, Monseñor Romero y padre Rutilio, una trilogía que parece una inspiración para evangelizar”, predicó.
Sobre la difícil realidad que vive el pueblo salvadoreño, el cardenal Rosa Chávez le apostó a la esperanza y que se llama Jesucristo, por tanto, era importante convertirse en instrumentos de paz.
“Nosotros pensamos que el padre Rutilio fue un gran sacerdote, que defendió a los pobres y no tuvo temor cuando lo amenazaron con matarlo”, dice Nathaly Hernández, del Complejo Educativo Rutilio Grande.
“El padre Rutilio nunca se rindió y siempre utilizó la palabra de Dios para resolver los problemas y nunca recurrió a la violencia, él llamó a ser una sola familia y tener fe, además de estar unidos a la mano de Dios”, reafirmó.
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