Nacer con los dientes puede ser un síntoma de ciertas condiciones médicas, pero por lo general es inofensivo. Dos personajes famosos que nacieron con dientes fueron Napoleón y Julio César.
Entre más chuecos mejor: Tener una dentadura perfecta es sinónimo de blancura y alineación, pero no en todos los países ni culturas es así.
En Japón, los dientes torcidos llamados yaeba son tan codiciados que algunas mujeres con los dientes perfectos los enchuecan para mejorar sus sonrisas, pues su ideal de belleza les dice que las hace parecer más jóvenes y más adorables, que tiene sentido.