Página de inicio » Suplemento Tres Mil | 3000 » Sabiduría y verdad socrática

Sabiduría y verdad socrática

Caralva?

Caralvá

Fundador
Suplemento Tres mil

El concepto de sabiduría en este siglo: “conducta prudente en la vida o en los negocios, discount conocimiento profundo en ciencias, letras o arte” -Dicc. Enc. Océano- no obstante a través de los siglos en las culturas orientales, árabes, hebreas, indú etc., el criterio tiene diversas variantes, en la antigüedad leemos en el libro de Platón:  Fedón, o de la inmortalidad del alma,  encontramos un complejo sistema enunciado por Sócrates, nos ilustra sobre las diferencias entre la visión del cuerpo y el alma; el alma no puede ser vista por ojos humanos porque su naturaleza es inmaterial, de tal forma que el cuerpo es visible, el cuerpo humano tiene diferentes tendencias materiales mientras el alma otras, de esta forma Sócrates enuncia su concepto de alma y sabiduría así:
“En cambio, cuando examina las cosas por sí misma (el alma) sin recurrir al cuerpo, tiende hacia lo que es puro, eterno, inmortal e inmutable, y como es de esta misma naturaleza, se une a ello, si es para sí misma, porque se ha unido a lo que jamás varía y de cuya naturaleza participa; este estado del alma es el que se llama sabiduría.”
Estas palabras escritas hace veintitrés siglos aún conservan mucha vigencia en las religiones actuales, lo notable de esta condición es que son palabras de un filósofo no de un religioso, en la antigüedad la sabiduría no era exclusiva de los hombres o mujeres santos, sino de todas aquellas personas que se entregaban a la búsqueda y perfección de las virtudes del alma (templanza, justicia, valor, prudencia).  Agreguemos otro criterio: “La verdad  filosófica”, permite a quienes la practican un grado de felicidad y liberación de la esclavitud material de este mundo, esa verdad  filosófica es : “ … el motivo por el cual los verdaderos filósofos renuncian a todos los deseos del cuerpo, se dominan y no se entregan a las pasiones; y no temen la pobreza ni la ruina de su casa, como el pueblo que se afana por las riquezas, ni la ignominia, ni el oprobio, como los que aman los honores y las dignidades..”, “… por eso todos los que se preocupan de su alma y que no viven para el cuerpo, rompen con todas las costumbres y no siguen el mismo camino que los otros que no saben a dónde van; más persuadidos de que es preciso no hacer nada que sea contrario a la filosofía, a la liberación y a purificación que ella procura, se abandonan a su guía yendo a donde los lleva”.. y finaliza: “ El alma del verdadero filósofo, persuadida de que no puede oponerse a su libertad, renuncia a todo lo que puede, a las voluptuosidades, a los deseos, a las tristezas y a los temores, porque sabe que después de los grandes placeres, grandes temores u extremas tristezas o deseos, se experimenta no sólo los males sensibles que todo el mundo conoce, como las enfermedades  o la pérdida de los bienes, sino también el mayor y último de los males, tanto mayor porque no se deja sentir…” el mal entonces es confundir la realidad con la fantasía, la verdad del alma contra la mentira de la materia. Desafortunadamente la humanidad prefiere la fantasía de la esclavitud material y olvida el camino de su verdad filosófica.

Ver también

Ilustración de Iván Alvarenga. Sin título. Portada Suplemento Cultural Tres Mil, sábado 14 diciembre 2024