Proyecto Cultural Sur Vancouver
Congreso (virtual) del movimiento Proyecto Cultural Sur
En el marco del IV Festival Internacional de poesía y del XVI Festival Internacional de poesía de La Habana dimos una conferencia en Aguadilla, Puerto Rico, y en La Habana, Cuba, de allí traigo al presente la parte final: “La inmensa mayoría de nuestros intelectuales, a cada instante nos dicen como está el mundo, lo que en buen romance equivale a decirnos donde nos aprieta el zapato, como si no lo supiéramos. Aún no logran entender que su tarea no es decirnos lo que sabemos, su tarea es ayudarnos a pensar la solución. Y para lograr este simple, pero profundo cambio se requiere ser libres. Nadie que espere ganar algo es libre ni tampoco es libre nadie que tenga algo que perder. Una vez alcanzada esta claridad de nada personal que perder ni ganar, es que se vuelve interesante el mundo, pues se asume la irrenunciable meta del cambio como una forma de ser y hacer, como una respuesta cultural desde y para la cultura del nuevo género humano. Concluyo con tres puntos: Uno, es que no hay cambios sociales duraderos si no hay cambios en la cultura. Esto tremendo que se dice en pocas palabras no ha sido comprendido en toda su dimensión por quienes actúan hacia el mundo desde sus estrechas visiones políticas. Ellos se mueven en la esfera de lo urgente. El futuro del mundo se resuelve en la esfera de lo importante. Dos, se trata de generar una capacidad propia de análisis y al mismo tiempo entregar propuestas liberadoras. Ahora que el sur está en todas partes, ahora que el sur es más que una noción imaginaria para ubicarnos en el limitado espacio del planeta tierra, ahora que el sur abarca lo social, lo económico, lo ideológico, este cambio debe y puede estar acompañado de pensar el mundo que queremos desde la perspectiva del sur, es decir, desde la perspectiva de la mayoría que padece la injusticia de un mundo pensado para el bienestar de unos pocos con el sacrificio de los muchos. Generar una capacidad propia de análisis requiere desprendernos de lo valorativo que acompaña el modelo imperante. ¿Con qué palabras definir lo nuevo?, ¿con qué prisma ver el mundo?, ¿cómo valorar el pensamiento propio?, ¿con qué medios contamos para iniciar el cambio? Con nada más y nada menos que nosotros mismos y nuestra capacidad para generar soluciones. Tres, se propone actuar, desde y hacia la cultura, por una cultura de cambio, tendiente a revertir el papel de espectadores y consumidores que les da el sistema a los seres humanos y darle, desde el trabajo cultural, capacidades de análisis, de decisión, de organización, que los conviertan en actores. Para ello tenemos todas las herramientas de la comunicación, tenemos la voluntad y las capacidades, nos falta encontrar la gente que asuma el desafío de ser los primeros. El resto es algo que escribiremos cantado o no tendremos tiempo ni siquiera para lamentarlo. En definitiva, proponemos trabajar por el SUR, el mismo sur que no está en las miras de los que toman las grandes decisiones, proponemos trabajar por el sur que ahora está en todas partes, menos en el poder. Trabajar en el sur, con el sur y para el sur, trabajar desde la cultura y para la diversidad cultural que es el sur, trabajar para generar el desarrollo de todas las potencialidades humanismo.
Ahora estamos de Congreso, el IX, que por efecto de la pandemia lo realizamos en forma virtual, ocho veces hemos insistido en vernos, ocho intentos de avanzar en un marco de ideas que nos incluya a todas y todos, hay avances y hay retrocesos, algunos no entienden que el trabajo cultural no es ego, es trascendencia, la meta es hacer un trabajo hacia la cultura desde el arte de cada cual para trascender. Esto en lo individual, en lo colectivo es para influir en la sociedad despertando el potencial creador de cada ser humano. La pandemia nos ha mostrado lo que no puede seguir siendo: aceptar como normal lo anormal. La gente en la calle asume su papel de artífice de lo nuevo, así lo vemos en Chile, Perú, Guatemala. El imperio muestra su verdadera cara: dos derechas se reparten el poder, todo bajo un telón de fondo de guerras, discriminación, creciente pobreza y desprecio por los pueblos, incluido el propio. Hacia adelante los caminos amenazan cerrarse en el punto de no retorno de varias crisis convergentes. ¿Qué hacer? Somos artistas, personas sensibles, seres humanos en la encrucijada o somos o no somos. El detalle es ser lo que queremos ser y en ese trance ayudar a cientos de millones a ser mejor persona. Un congreso Sur es para apoyar el trabajo local y para definir por donde caminar. En general hemos avanzado, falta que estos avances los vean, los sientan, los asimilen, los internalicen cada una, cada uno de nosotros. En este qué hacer está la tarea, pensar las soluciones desde las necesidades, recurrir a la inventiva y plantearnos lo que para muchos pueda ser imposible. Somos movimiento, todos estamos en igualdad de condiciones, trabajamos desde distintas realidades, cada una, cada uno de nosotros es una individualidad única: unidos en la diversidad hacemos la diferencia, se trata de que cada cual se vea en el mundo que es y en el mundo que quiere que sea, se trata de hacer un arte desde cada cual, hacia el mundo, por el mundo y para el mundo. Que nadie espere directivas, sobre qué debe hacer, de cada cual esperamos el pleno desarrollo de sus capacidades de creador aplicadas a todo el espectro de las preocupaciones humanas. Tres son los temas propuestos para discutir: Organización, Comunicación y Complementación, pensemos y aportemos, que cada cual aporte de sí, lo mejor. Nos vemos el sábado 28 y el domingo 29, en voluntad y energía, estaremos a las dos de la tarde en Huamanga, Ayacucho. Desde el bosque nevado.
Realidades Tito
Por el Pc-surv
Lucy Ortiz