Nelson de Jesús Quintanilla Gómez*
Sociólogo y Diputado de la Asamblea Legislativa de El Salvador,
períodos 2012-2015 y 2015-2018.
Hace 28 años se desarrolló la Ofensiva hasta el tope, también conocida como Ofensiva fuera los fascistas. Febe Elizabeth vive fue el ataque de mayor envergadura realizado por la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) desde el 11 de noviembre de 1989 hasta los primeros días del mes de diciembre de ese año, en el marco de la Guerra Civil Salvadoreña que dejó unos 75,000 muertos y un claro empate militar entre las fuerzas enfrentadas.
¿Qué hizo posible ese gran acontecimiento militar?
En el año de 1989 sucedieron diversos hechos de trascendencia en el desarrollo de la guerra civil que asolaba a este país. Justo en los primeros meses ocurrieron una serie de atentados sobre organizaciones sindicales; para el caso, el día 15 de febrero una explosión dañó el local de la Unión de Trabajadores Salvadoreños (UNTS). De este atentado se responsabilizó la agrupación “Maximiliano Hernández Martínez”; asimismo, el día veintidós, otro bombazo tuvo lugar en la sede de la Federación Nacional Sindical de Trabajadores (FENASTRAS), causando la muerte de diez trabajadores.
Sin embargo, aparte de estos hechos de violencia, una serie de propuestas para realizar un diálogo se dieron a conocer por parte del FMLN hacia el gobierno de derecha de aquella época, siendo la más relevante el planteamiento de retrasar las elecciones presidenciales a realizarse en el mes de marzo. La proposición fue ignorada, pues los comicios se realizaron el día diecinueve de ese mes resultando ganador Alfredo Cristiani del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) ahora partido de oposición y principal obstáculo para avanzar en las transformaciones sociales.
En el marco de las acciones bélicas que persistían el territorio centroamericano, fue realizada una cumbre de presidentes en la ciudad de Tela, Honduras, donde se reafirmó, para el FMLN, la asistencia en la desmovilización, la recomendación del cese de hostilidades y su incorporación a la vida institucional, todo enmarcado de acuerdo al documento de Esquipulas II. Mientras, en El Salvador, las partes en conflicto nombraron comisiones de diálogo e iniciaron pláticas el 13 de septiembre en México. Producto de este encuentro fue el “Acuerdo de México” que era un primer compromiso firmado de manera formal para llegar a un final negociado.
Las pláticas continuaron el 16 de octubre en Costa Rica y nuevas rondas de diálogo se programaron para el mes de noviembre en Caracas. No obstante, los atentados mutuos continuaban, entre ellos una explosión que dejó daños de consideración en la vivienda del líder socialista Rubén Zamora el 26 de octubre, y, cuatro días después, el Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada de El Salvador fue atacado con bombas lanzadas por catapultas. El día treinta y uno, nuevamente FENASTRAS era objeto de atentado dinamitero que dejó un saldo de veintisiete sindicalistas heridos y diez muertos (por este acontecimiento se declaró el 31 de octubre día del sindicalista salvadoreño), entre ellos la dirigente Febe Velásquez. Por este hecho de sangre, el día 2 de noviembre el FMLN anunciaba el retiro del diálogo.
El Gobierno decretó estado de sitio y toque de queda el día siguiente de la ofensiva, lo que implicaba la censura a los medios de comunicación, incluyendo televisión pagada por satélite. En total el Ejército movilizó 5.100 efectivos reservistas. El FMLN, por su parte, hacía labor de propaganda a través de radio Venceremos. Un estimado de 80 mil personas fueron evacuadas de las zonas en conflicto.
De acuerdo al militar Juan Orlando Zepeda, durante la primera noche de la ofensiva fueron atacadas las residencias del propio presidente Cristiani, el vice presidente Francisco Merino, y del presidente de la Asamblea Legislativa Roberto Angulo, así como residencias de ministros y otros funcionarios de gobierno. Mientras los combates tenían lugar en los centros urbanos, el día dieciséis una unidad militar del Batallón Atlacatl irrumpió en las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas y ejecutó a seis sacerdotes jesuitas y dos empleadas en horas de la madrugada del día 16 de noviembre.
A pesar de la situación bélica, el secretario de la Organización de los Estados Americanos João Clemente Baena Soares arribó al país el día diecinueve con la intención de promover conversaciones de paz. Sin embargo, él mismo se vio envuelto en el conflicto al quedar atrapado junto a varios extranjeros y cinco marines estadounidenses en la torre VIP del Hotel Sheraton de la Colonia Escalón, cuando el FMLN se tomó las instalaciones. Todos fueron liberados esa misma jornada a raíz de una tregua pactada.
El objetivo principal del FMLN en la ofensiva fue obligar al Gobierno y a la Fuerza Armada a entrar en un proceso de Diálogo y negociación que pusiera fin al conflicto armado por la vía político negociada y evitar más derramamiento de sangre y al final ese propósito se logró a pesar de la sangre de muchos compatriotas.
A 20 años de la ofensiva del 89, 17 años de la firma de los Acuerdos de Paz y a 15 años de participar en elecciones en la postguerra el FMLN gana las elecciones presidenciales con Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén en el año 2009 y desde entonces se inicia un proceso de transformación social de El Salvador, además se le pone freno a las políticas neoliberales que implementó ARENA en sus 20 años de gobierno con los que hizo un saqueo total de la riqueza del pueblo salvadoreño.
Ya son 8 años de Gobierno del FMLN en el gobierno central y los cambios son importantes para el desarrollo democrático del país y para reivindicar los derechos de las mayorías excluidas y marginadas por los gobiernos anteriores que solo buscaban el beneficio de unos pocos en detrimento de la vida de las mayorías, a 28 años de la ofensiva la lucha continúa.
*[email protected], [email protected], y [email protected] y Blogs: sociología-politica.blogspot.com