Nelson de Jesús Quintanilla Gómez, Sociólogo y Diputado de la Asamblea Legislativa de EL Salvador, períodos 2012-2015 y 2015-2018.
El origen del FMLN es reflejo de su ideario, principios y práctica política, en definitiva, de su militancia, pues el FMLN es fruto de valores como la inclusión, la unidad, el colectivismo y la organización, en función de los intereses y anhelos de las grandes mayorías de nuestro país. El 10 de octubre de 1980, cinco estructuras políticas dieron vida al FMLN: el Partido Comunista de El Salvador (PCS), las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí” (FPL), el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), la Resistencia Nacional (RN) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC).
Las cinco organizaciones permanecieron cohesionadas durante los 12 años de guerra civil, pero una vez firmados los Acuerdos de Paz que pusieron fin al conflicto, la dirigencia del FMLN acordó disolverlas y crear una institución única, legalizada como partido político.
Este 10 de octubre el FMLN cumple 37 años de luchas y victorias y desde que surgió como partido político en 1992 lo hizo con reglas claras (estatutos) y una carta de principios y objetivos que orientan la lucha de todos los afiliados y militantes y aunque han existido intentos de domesticarlo y cambiarle su ideología e incluso sus colores eso no ha sido posible dada la claridad política y la conciencia de clase que prevalece en el ideario de su dirigencia y de su militancia.
Es cierto que es un instrumento del pueblo para luchar por las transformaciones sociales, eso no implica que cualquiera de sus miembros o “amigos” o “aliados” a pesar que coincidan en algunos puntos, puedan cambiar sus colores rojo y blanco pues esa es la marca con la que surgimos, luchamos y gobernamos; algunos pensarán que por ser funcionarios o tener dinero tengan la potestad de cambiar al frente, se equivocan.
El FMLN es un partido político y un sujeto social que tiene historia de lucha revolucionaria y si bien se renueva constantemente de acuerdo a las exigencias de la realidad cambiante, las nuevas ideas no pueden ser una trampa para olvidar la historia, cambiar de rumbo, domesticarlo o pisotear a la militancia, a su dirigencia o al presidente; al FMLN se respeta en su integridad.
El FMLN es un partido que reconoce los diferentes liderazgos de todas las generaciones y busca construir un proyecto de nación que cambie la sociedad injusta, subdesarrollada y dependiente; busca además ser incluyente e integrador; pero no es el “potrero de Don Pio”, en él entra cualquiera irrespetando las reglas y maltratando a medio mundo, todos somos compañeros y compañeras que merecemos respeto indistintamente el lugar o cargo que ocupe en el partido o en el gobierno ahora que dirigimos al país.
El FMLN es el partido de gobierno, somos oficialistas a toda honra y eso nos compromete a actuar con claridad de rumbo, aspiramos a un país más educado, productivo y seguro; debemos derrotar el neoliberalismo impuesto por los cuatro gobiernos de ARENA y para ello, se necesita una mayor correlación en la Asamblea Legislativa, ese desafío hay que garantizarlo el 4 de marzo de 2018; hay que romper el equilibrio político.
El FMLN debe derrotar los intentos de regreso al poder por quienes institucionalizaron la corrupción en el Estado, quienes destruyeron la economía, quienes masacraron a nuestro pueblo, quienes usaron el poder como su hacienda o su tienda para hacer negocio con las privatizaciones, quienes acaparan la poca riqueza del pueblo y reparten migajas a los trabajadores, la lucha es contra las injusticias, contra el sistema injusto, contra los demagogos que hablan a favor del pueblo pero lo explotan en la práctica.
El FMLN es un partido y no juguete de nadie para maltratar a sus integrantes, al FMLN se le respeta por su historia, por su lucha, por su trabajo en favor de los más necesitados, por su entrega a la lucha por la democracia, por su convicción de lucha por las transformaciones sociales, económicas y políticas, por su solidaridad con los sectores más vulnerables. Recordemos que en marzo de 2009 el FMLN gana la presidencia de la República con su fórmula presidencial formada por Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén. Este último se convertiría cinco años después, en 2014, en el segundo presidente de la República abanderado por el FMLN y apoyado por la mayoría del pueblo salvadoreño.
“En esta coyuntura que se quiere atentar, ahogar al gobierno económicamente, es también momento de que tomemos conciencia de que hay que defender lo logrado en estos ocho años, no podemos quedarnos cruzados de brazos, tenemos que garantizar que la institucionalidad funcione al servicio del pueblo y no al servicio de los poderosos”. La derecha quiere regresar al poder, pero el pueblo no lo debe permitir y el FMLN luchará para no permitir el regreso de la derecha al Ejecutivo.
Hoy más que nunca debemos reafirmar que el origen del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) es reflejo de su ideario, principios y práctica política, en definitiva, de su militancia, pues el FMLN es fruto de valores como la inclusión, la unidad, el colectivismo y la organización, en función de los intereses y anhelos de las grandes mayorías de nuestro país. El FMLN, desde sus inicios, mantiene su compromiso con la libertad, la justicia, la democracia y la vida digna de todas y todos los salvadoreños.
El FMLN se fundó como partido político, de manera pública y legal, el uno de septiembre de 1992, el TSE admitió su registro legal y le otorgó personería jurídica el 14 de diciembre de ese año, a sus 25 años de ser partido y a sus 37 de haber surgido como frente guerrillero no debemos permitir que nadie lo domestique ni lo utilice como el “potrero de Don Pio”.
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