@RosmeriAlfaro
El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de El Salvador inauguraron el puesto de control cuarentenario en la frontera de El Amatillo, La Unión, fortaleciendo así, la prevención de plagas y enfermedades que puedan afectar la producción agropecuaria del país.
De acuerdo con el OIRSA, la obra de infraestructura e iluminación, que costó alrededor de $800,000, mejorará la calidad y seguridad de los tratamientos cuarentenarios realizados a medios de transporte que entran a El Salvador en dicha frontera.
Asimismo, hará expedito el tránsito por el paso fronterizo y facilitará el comercio.
“En la actualidad, el comercio de mercancías y pasajeros implica el riesgo de introducción y establecimiento de plagas cuarentenarias y enfermedades de plantas y animales, que, eventualmente, podrían afectar el patrimonio y la economía de Centroamérica”, detalló OIRSA en un comunicado.
El puesto consta de más de 2,000 metros cuadrados de pavimento de concreto reforzado con dovelas, especialmente diseñado para soportar tráfico pesado. Además, cuenta con luminarias LED para realizar tratamientos durante la noche.
“La infraestructura tiene la capacidad de atender en simultáneo hasta 20 vehículos, antes la capacidad solo era para 10, lo que contribuirá a mejorar el tránsito en la zona”, informó la institución.
Con el moderno puesto de control, las autoridades buscan facilitar el comercio y el transporte en la frontera de El Amatillo, aumentando la operatividad en la realización de los tratamientos.
En 2016 se realizaron 8,309 tratamientos, con un promedio de 23 por día.
Con las nuevas instalaciones, las instituciones esperan aumentar la seguridad personal y ocupacional, ya que está alejado de viviendas o comedores, dispone de una cerca perimetral y tiene un área para choferes.
El plan, enfocado en la mejora continua de servicios, fortaleciendo los puestos con infraestructura, equipos y materiales también incluye la mejora del patio de tratamientos en La Hachadura, Ahuachapán, y San Cristóbal, en Santa Ana.