Nelson de Jesús Quintanilla Gómez, sociólogo y diputado de la Asamblea Legislativa de EL Salvador, períodos 2012-2015 y 2015-2018.
La plataforma legislativa es el compromiso que asume el Grupo Parlamentario del FMLN para profundizar el bienestar de las familias salvadoreñas, mejorar la seguridad ciudadana, fortalecer la democracia y El Estado de derecho para avanzar en un El Salvador más productivo, educado y seguro y de esta forma lograr el desarrollo humano y una vida digna.
El compromiso del FMLN como partido de gobierno es seguir avanzando en la transformación de los cambios potenciando la nueva forma de hacer gobierno y de legislar a favor de las grandes mayorías de manera participativa, dialogante, concertadora y transparente, con una visión de país y específicamente a favor de los sectores históricamente excluidos y marginados.
Desde la Asamblea Legislativa se pueden hacer muchos cambios pero eso depende mucho de la correlación de fuerzas que se genere de las elecciones y de la capacidad negociadora y concertadora del FMLN con el resto de los partidos políticos y con el respaldo del pueblo; eso implica un partido unido y cohesionado, con poder popular que acompañe las iniciativas y con movilización social que apoye las iniciativas de ley.
Seguir profundizando los cambios, acompañar al Presidente de la República y asumir las demandas del pueblo salvadoreño para lograr un equilibrio y respeto entre los órganos de Estado, elegir funcionarios de segundo grado que respondan a los intereses de las mayorías y no a grupos de poder es un reto que está en manos del pueblo salvadoreño para hacer de El Salvador un país más justo, democrático y en perspectiva de desarrollo social.
Para lograr más diputados y diputadas, así como más concejos municipales que trabajen a favor de las mayorías y de revertir el neoliberalismo solo es posible si la ciudadanía conscientemente da su respaldo mayoritario al FMLN y eso es posible si cada individuo, familia y comunidad reconocen que los logros obtenidos desde el año 2009 a la fecha favorecen a los sectores más pobres del país.
Las consultas ciudadanas para construir la plataforma legislativa 2018-2021 permiten la participación ciudadana consciente tanto a nivel territorial como sectorial y ello contribuye a recoger las demandas de la ciudadanía para que los representantes del pueblo electos democráticamente realicen su trabajo atendiendo las necesidades del pueblo.
En la teoría democrática contemporánea la participación ciudadana tiene la función de moderar o influir en el ejercicio del poder político desde la estructura del Estado mediante la expresión de preferencias y demandas de los diversos sectores de la sociedad, por eso el FMLN ha privilegiado las consultas ciudadanas como el mecanismo más idóneo para construir la plataforma legislativa y municipal para el periodo 2018-2021.
Las asambleas territoriales y sectoriales están dando resultados sorprendentes para construir una agenda legislativa que se corresponda con los intereses y necesidades de la población y además el sentir y pensar de la ciudadanía de cómo deben actuar los diputados y diputadas tanto en el parlamento como en el territorio y en su vida personal y pública, eso es importante para hacer un servicio público trasparente y de cara a la gente.
Hay que recordar que el concepto participar viene definido en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua como “tener uno parte en una cosa o tocarte algo de ella”, “compartir, tener las mismas opiniones, ideas… que otra persona”. Implica la acción de ser parte de algo, de intervenir o compartir en un proceso. De esta forma los participantes en las consultas territoriales y sectoriales se convierten en sujetos activos de los compromisos de los representantes del pueblo en la Asamblea Legislativa.
El término participación social o ciudadana puede ser conceptualizada desde diferentes perspectivas teóricas, así puede referirse a los modos de fundamentar la legitimidad y el consenso de una determinada población, por ejemplo participación democrática o también puede referirse a los modos de luchar contra las condiciones de desigualdad social y para cuya superación se necesita impulsar la participación.
Desde una perspectiva colectiva, el concepto participación ciudadana aparece como aquella intervención que requiere de un cierto número de personas cuyos comportamientos se determinan recíprocamente. De acuerdo a esto, participar es sinónimo de intervención colectiva. Por ejemplo mujeres, jóvenes, profesionales, campesinos y ganaderos, deportistas, comerciantes, empresarios, religiosos, amas de casa, trabajadores por cuenta propia, sindicatos, organizaciones sociales, asociaciones comunales, entre otros.
Desde la perspectiva de las ciencias sociales la participación es entendida como la asociación del individuo con otro/s en situaciones y procesos más o menos estructurados y donde el individuo adquiere un mayor ejercicio de poder en relación a determinados objetivos finales que pueden ser conscientes para el individuo o significativos desde la perspectiva del sistema social. El FMLN ha considerado siempre que la participación del pueblo es indispensable para la transformación social, económica y política de El Salvador.
Desde la perspectiva normativa, la participación ciudadana puede restringirse a aquellos casos que representan una respuesta, individual o colectiva, de la sociedad a una convocatoria realizada por parte de las autoridades gubernamentales en aquellos espacios institucionales que estas designan o crean para el efecto.
En la democracia representativa vigente, en ocasiones, una parte de la sociedad es la que detenta el poder de representación tomando decisiones de forma legítima que afectan a una mayoría. En este sentido, es conveniente combinar lógicas de representación y participación directa. Pero la participación directa no se logra sin un poder popular fuerte y con capacidad movilizadora.
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