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Miles de salvadoreños abarrotaron la Plaza Cívica General Gerardo Barrios en el centro de San Salvador, para ser testigos una vez más de la tradicional «Bajada» o transfiguración del Divino Salvador del Mundo, evento culmen de las actividades religiosas propias de las fiestas patronales capitalinas y nacionales.
La transfiguración de Jesús de Nazareth simboliza el pasaje bíblico en el que tres de los apóstoles de Jesús, atestiguan cómo este cambia su apariencia frente a ellos en la cima del Monte Tabor.
«A veces se nos olvida que el sufrimiento forma parte de la vida humana, pero también es redentor, Cristo al transfigurarse nos hace ese anticipo a todos los hombres, él anticipó su pasión a sus discípulos pero también les anticipó el cielo», manifestó Juan Francisco Cartagena, párroco de Catedral Metropolitana.
El religioso consideró que la afluencia de feligresía católica incrementó notablemente con respecto a años anteriores, «muchas personas se han acercado este día, ahora con más confianza de venir al Centro Histórico de San Salvador», comentó Cartagena.
En la Plaza Cívica, el fervor se hizo notar con frases como «Divino Salvador del Mundo condúcenos por el camino de la verdad y la justicia hacia la reconciliación» y «Divino Salvador del Mundo salva a esta nación que lleva tu nombre», que advenían el momento en que la imagen de Jesús ataviado con ropas rojas descendía para posteriormente ascender con ropaje blanco.