Norma Guevara de Ramirios
Se ha conocido la decisión del presidente de Estados Unidos de extender por 18 meses el beneficio del TPS para salvadoreños, venezolanos, y de otras nacionalidades.
En el caso de los salvadoreños es reconocida la lucha de las organizaciones que, a lo largo de los años, han sostenido la demanda por un estatus legal que garantice la permanencia y derecho al trabajo de compatriotas que migraron a ese país.
La migración es un fenómeno mundial que ha existido a lo largo de la historia, la propia conformación de Estados Unidos sería inexplicable sin la emigración desde Europa, principalmente de Inglaterra a estas tierras de nuestro continente americano.
Los migrantes en condiciones irregulares están protegidos por tratados internacionales que obligan a los gobiernos receptores a garantizar condiciones de respeto a los derechos humanos, a la salud, a la educación y al trabajo.
En este sentido, es de reconocer el empeño puesto por destacados compatriotas para lograr ese permiso temporal, para permanecer y trabajar en ese país para un importante número de salvadoreños, que ronda los 200 mil compatriotas, el más alto de los centroamericanos que han emigrado en busca de oportunidades de trabajo, luego de condiciones que como los terremotos y fenómenos climáticos (como huracanes) provocan flujos masivos de emigración.
Los salvadoreños se caracterizan por su laboriosidad y quienes han emigrado y logrado una situación legal para permanecer en ese país, aportan a su economía de EEUU y aportan a sus familias en el territorio salvadoreño.
Curiosamente, el presidente Joe Biden, que está por finalizar su mandato, toma esta decisión y ha dejado por fuera a otros centroamericanos, como los hondureños y nicaragüenses, en esa resolución.
A lo largo de los años, en diferentes Estados de ese país, grupos de salvadoreños se han organizado, dominan los recursos legales a los que pueden echar mano en defensa de un derecho al trabajo de sus compatriotas y, en el caso presente, incluso libraron una huelga de hambre para pedir al presidente que extienda el TPS antes de finalizar su mandato, lo que han logrado para unos 18 meses (septiembre de 2026)
Son salvadoreños destacados, agrupados en organizaciones como CARECEN, ALIANZA AMERICA, CASA MERILAN y otras, que asumen, en alianza con organizaciones defensoras de derechos humanos, la demanda de una protección al trabajo que realizan las y los salvadoreños y de otras nacionalidades latinoamericanas en Estados Unidos, de manera que la resolución que hoy se ha emitido por la autoridad correspondiente, es una respuesta a esa lucha.
Esta decisión contrasta con el anuncio hecho por el presidente electo de ese país, que tomará posesión de su cargo el próximo 20 de enero, en el sentido de deportar a cientos de miles de migrantes de diferentes partes del mundo.
La migración es un fenómeno mundial que refleja la incapacidad de los sistemas políticos y económicos de garantizar para todos sus habitantes las condiciones que aseguren sus derechos económicos y culturales, también la violencia, los conflictos internos, como el que vivió nuestro país, las guerras que ocurren en otros continentes generan condiciones de desesperanza y desesperación de grupos humanos con expectativas de lograr mejores condiciones de vida en otras latitudes
Es deber de los gobernantes entender las causas de la emigración, y luchar por atender las causas para mantener a sus habitantes aportando al desarrollo de sus países, pues es muy claro que en la emigración los países de origen, como el nuestro, pierden recursos humanos valiosos que con condiciones diferentes aportarían a la vida con estabilidad, seguridad, dignidad.
También es obligado para los gobernantes estar atentos y defender a sus ciudadanos que emigran, y realizar las acciones que aseguren que en el trayecto o en el lugar de destino sean respetados los derechos humanos de sus habitantes.
Cuando uno escucha a gobernantes mexicanos decir que han tomado medidas para que sus ciudadanos en EEUU reporten si son detenidos para ser deportados, con un “botón de alarma”, o escucha a la presidenta de Honduras asegurar que si ocurren deportaciones masivas anunciadas, su gobierno revisará la cooperación con EEUU, entiende que esos gobernantes están pendientes de sus ciudadanos que han emigrado, regular o irregularmente.
Es de esperar que el gobierno salvadoreño, además de cumplir apoyando al registro de nuestros compatriotas beneficiados con el TPS, también prevea condiciones para que si ocurren las anunciadas deportaciones masivas con el próximo gobernante de EEUU, existan medidas para asegurar a las y los salvadoreños condiciones para su reinserción en el tejido social y productivo del país.