París / AFP
Marlowe Hood
Robert Watson, presidente saliente del grupo de expertos de la ONU sobre la biodiversidad, también estuvo al frente de su equivalente sobre el clima, el IPCC, lo que le permite aportar un punto de vista único sobre la interconexión entre estas dos crisis que amenazan a la humanidad.
Durante una entrevista con la AFP, antes de la reunión esta semana en París de diplomáticos de 132 países sobre el oscuro estado de los ecosistemas mundiales, insistió en la importancia de la naturaleza para el «bienestar» de los seres humanos.
Pregunta: ¿La destrucción de la naturaleza es una amenaza tan importante para la humanidad como el cambio climático?
Respuesta: «La degradación de la naturaleza tiene consecuencias sobre la seguridad alimentaria y el acceso al agua, la regulación del clima, e incluso sobre la cohesión social. Amenaza el bienestar de los hombres al menos tanto como el cambio climático, y sus causas y soluciones se solapan.
La manera en la que producimos la comida y la energía socavan los ‘servicios’ que obtenemos de la naturaleza. La degradación a largo plazo de los suelos y la pérdida de microbios de los suelos comprometerán la producción de alimentos y la disponibilidad de agua limpia. Y la pérdida de polinizadores amenaza los cultivos de centenares de miles de millones de dólares cada año».
P. ¿Ha entrado la Tierra en una nueva era de extinción masiva?
R. «Durante las cinco extinciones masivas precedentes, perdimos el 75% de las especies. Si a eso le sumas la desaparición de especies en los últimos 500 años, hemos perdido como máximo el 2%. Los datos sugieren que alrededor del 20% de las especies está amenazado de extinción en los próximos cien años. Si seguimos perdiendo el 20% cada cien años, podríamos ver una extinción masiva de aquí a entre 250 y 500 años.
Si solo desaparecen las especies en peligro crítico para finales del siglo, y que la extinción continúa a este ritmo, esto llevaría entre 900 y 2.300 años, para alcanzar el umbral del 75%. Puede que estemos al inicio o al borde de una extinción masiva, pero aún hay camino por recorrer antes de decir que estamos realmente ahí».
P. ¿Cuáles son las principales causas del declive de las especies?
R. «Los cinco factores principales de la pérdida de biodiversidad son los cambios del uso de las tierras (entre ellos la agricultura), la sobreexplotación (caza para la comida), las especies invasoras, la contaminación y el cambio climático. También hay dos factores importantes indirectos: el número de personas en la Tierra y el consumo per cápita.
Para 2050, la población pasará de 7.500 a 9.500/10.000 millones [de habitantes], y probablemente a 11.000 millones antes de que acabe el siglo. Al mismo tiempo, el crecimiento económico se duplicará o triplicará para 2050. Los países desarrollados solo verán un aumento del PIB del 1 o 2%; las economías de los países en desarrollo una media del 4%.
Habrá el doble de gente que consumirá más […] Por tanto no es solo una cuestión demográfica, es una cuestión de consumo».
P. ¿El capitalismo es incompatible con la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad?
R. «No creo necesariamente que los dos sean contradictorios. Pero la cuestión es: ¿Cómo garantizar una producción y un consumo sostenibles? Con una población más numerosa y más rica, ¿cómo podemos hacer para que el sistema agroalimentario, nuestro consumo de agua potable, sean sostenibles? ¿Podemos alimentar al mundo sin destruir la naturaleza ni cambiar el clima?
Hay dos modos para que todo encaje, pero esto necesita una verdadera transformación. No podemos continuar haciendo lo que hacemos hoy. No deberíamos usar el PIB como único indicador de nuestro crecimiento económico.
Pero si le dice a las personas que deben reducir su nivel de vida, entonces dirán ‘¡Un momento! No reduciré mi nivel de vida, a pesar de que esto pudiera afectar a mis hijos y nietos'».