La Destrucción de los Bosques del Mundo Jean McGill F.R.C. (No. 2) (De la Revista El Rosacruz, thumb Noviembre de 1988)
Se continúa la publicación de este artículo con el propósito de ayude a hacer consciencia en nuestro país de la necesidad de preservar los árboles.
Si pierde sus árboles, pharmacy la Tierra morirá
El bosque forestal, help tal como lo desarrolla la Madre Naturaleza, es una parte vital para el ecosistema del globo, así que es necesario preservarlo para que pueda desempeñar su papel en dicho ecosistema y conservar la salud de todas las especies, incluyendo al hombre.
El renombrado silvicultor internacional Richard St. Barbe Baker escribió en su libro La Danza de los Árboles: “Si el hombre pierde una tercera parte de su piel, por lo general muere; si un árbol pierde un tercio de su corteza, muere; y si la Tierra perdiera un tercio de los árboles y plantas que la cubren, seguramente morirá”.
Las sociedades primitivas, al igual que las sociedades sofisticadas modernas, han destruido sin descanso la “piel de la Tierra” durante décadas y décadas, con esporádicas restituciones mediante la plantación de nuevos árboles. Los países industrializados, como Canadá y los Estados Unidos, no han obligado a las compañías que explotan los bosques, a que reemplacen los árboles talados, mediante la reforestación.
Para salvar la piel del planeta, es necesario que todos los habitantes del mismo contribuyamos; es notable lo que puede lograr la gente común y corriente dedicándose a este propósito.
Resultados de los Esfuerzos de Grupos
Gracias a los esfuerzos coordinados de organizaciones y personas que trabajan unidas, todavía está intacto el pequeño bosque de antiguos árboles de la Isla Lyell, de la Columbia Británica. El archipiélago formado por las islas Queen Charlotte (del cual forma parte la Isla Lyell) escapó de la congelación durante el último período glaciar, y el antiguo polen encontrado allí indica que los bosques que cubren la isla, tienen unos 11 mil años de antigüedad. Los científicos han descubierto en la Isla Lyell plantas antiguas muy diferentes a las de otras partes del mundo. Las doce millas cuadradas de Windy Bay, la Isla Lyell, es la última cuenca que no ha sido talada en la costa este de las islas Queen Charlotte. Aunque los caminos desmontados llegaron al área en preparación para la tala, ahora se ha encontrado una solución a la difícil situación en que se encontraba el bosque. La compañía encargada de la explotación forestal ha sido compensada por la pérdida de la madera, y el antiguo bosque tropical de Windy Bay ha sido reservado como parque nacional, protegiéndolo a perpetuidad contra la tala de árboles.
En 1985 las Naciones Unidas lanzaron un programa de plantación de árboles, el “Proyecto de los Árboles”, como parte del Año Internacional de la Juventud. Se sugirió que grupos interesados se pusieran en contacto con grupos similares de otros países del mundo, para que, unidos, cooperaran con información y compartieran sus recursos, lo cual uniría a la gente joven en una meta común. Una oficina de las N.U. proporcionó la coordinación. Participaron muchos cientos de ciudadanos y organizaciones de todo el mundo, incluyendo Canadá, los Estados Unidos, Vietnam, China, Guatemala, Nepal y Etiopía, entre otros. Estos programas de reforestación a pequeña escala tienen que depender de grupos locales o de terratenientes, porque el hecho de sembrar plantas es suficiente: tienen que ser protegidas y alimentadas hasta que alcancen cierta altura, y estén salvaguardadas de la destrucción.