César Ramírez
@caralvasalvador
Hablamos de millones de dólares, sovaldi sale los cuales serán el principio para solucionar el problema de la delincuencia organizada, capsule porque este flagelo tiene décadas de crecimiento en nuestra sociedad al igual que su cultura criminal (maras, terroristas) las cuales son producto de las deportaciones de Estados Unidos desde los años noventa del siglo pasado; ellos son individuos transgresores de ley que ahora tienen familias de igual naturaleza, conformando núcleos de segunda o tercera generación; para realizar un cambio cultural se necesita un tiempo prudencial, un cambio educativo, un nuevo modelo productivo para estas personas, el problema entonces es de largo plazo.
Estos razonamientos no son novedosos, no obstante las nuevas disposiciones “extraordinarias de seguridad” privilegian la defensa genuina contra la agresión terrorista; recientemente tenemos resultados visibles, efectivos, con notables avances cualitativos y cuantitativos sin precedentes en muchos años, es una acción que el pueblo aplaude, ahora la sociedad política habla el mismo idioma que entienden los terroristas: “la acerada respuesta de las armas”. Es tiempo de represión al terrorismo, al menos el mensaje es claro para estas estructuras, que cosechan los frutos sus diabólicas plantaciones.
El arreglo político de la violencia por parte del mayor partido opositor con sus delegados ante las estructuras terroristas parece dividir a sus miembros, al menos Paty Valdivieso y Karla Hernández rescatan el honor de separarse de esas alianzas, ellas marcan su distanciamiento de ese funesto evento, pero los protagonistas de esa negociación que otorgaba un cargo de ministro y planificaban la coacción del sufragio, no han sido separados de sus cargos; en otras palabras es complicidad criminal, acompañamiento, colusión delictiva… esa estrategia ha sido derrotada por el repudio popular, no obstante recuerda el estilo italiano de la mafia -y quizás vale interrogarse- “¿éste instrumental diabólico de la violencia es una extensión partidaria y perversa de sectores de poder, aferrados a su pasado violento obstinados en la desestabilización económica-política de la nación?”, parece que la violencia aumenta o disminuye a discreción del momento político.
Ahora el debate se traslada al financiamiento de la seguridad nacional ¿a quién le conviene la continuidad del terrorismo? ¿a quién le otorga poder? ¿quiénes defienden al terrorismo? ¿El financiamiento de la seguridad es peligroso para los sectores que no desean la paz social?
Me parece que el partido opositor debe aprobar el financiamiento para la Seguridad del Estado, lo mismo que la Sala Constitucional debe resolver favorablemente los $900 millones para el mismo rubro, porque de otra forma continuaremos entendiendo que su opción es un manejo político y no una solidaridad con las víctimas del terrorismo, convirtiéndose en cómplices de los delincuentes.
Si en los próximos días, meses o años continúa esta negación, las víctimas inocentes serán parte de la estadística de nuestro sufrido pueblo, pero existe un mensaje que la población comprenderá si cambian su decisión, al menos salvarán la vida de muchos compatriotas, niños, niñas, mujeres, trabajadores, maestros, médicos, etc., a los cuales se les niega su legítima defensa al no financiar a las instituciones que velan por su seguridad: Policía Nacional Civil, Fuerza Armada que cumplen un brillante papel contra el terrorismo.
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