Yaneth Estrada
@caricheop
Antes de las 7:00 de la noche del sábado 14 de junio de 1980, fray Cosme Spessotto se encontraba de rodillas frente a Jesús Eucaristía, preparándose para la Santa Misa, cuando se escucharon varios disparos dentro de la iglesia parroquial de San Juan Nonualco. Posteriormente, el padre yacía muerto, tirado de espalda lleno de sangre que se derramó a los pies del altar.
Como era costumbre, la derecha calumnió públicamente a la guerrilla del FMLN acusándola del crimen, sin embargo, en el 27 aniversario de martirio la Iglesia católica reconoció que los autores de este sacrilegio fueron los “Escuadrones de la Muerte”, quienes según la Comisión de la Verdad fueron creados por el fundador de ARENA, el mayor Roberto d’Aubuisson.
Por eso, a 38 años de su muerte, la comunidad recordó su ardua labor con una misa y lo recordaron como un hombre de Dios que practicaba las obras de misericordia, especialmente con los más necesitados aunque vivió de forma humilde.
“La sotana era remendada y descolorida por el sol, sus sandalias las había remendado con un alambre. Los ornamentos sagrados eran humildes, pero se preocupó de obtener para la iglesia los cálices, tabernáculo(…) de lo mejor que pudo. Tenía un carrito FIAT viejo, descolorido que arruinaba las manos de quien lo manejaba, vivía en una casita de una persona común de este pueblo”, relató en su biografía el escritor fray Claudio Bratti OFM.
Para muchos feligreses la razón de su asesinato se debió a su labor humanitaria, pues luego de operaciones contrainsurgentes por el Ejército en los cantones y municipios, el sacerdote llegaba con ayuda espiritual y material para los habitantes. También cuando se daba cuenta que personas conocidas o miembros de la feligresía eran capturados por el Ejército o los cuerpos de seguridad de la época, se iba a las guarniciones a preguntar o interceder por los detenidos.
Tres décadas de servicio
Cosme Spessotto nació en Mensué, provincia de Treviso, Italia, el 28 de enero de 1928 y llegó a El Salvador el 4 de abril de 1950 donde se le asignó la parroquia de San Juan Nonualco el 18 de octubre de 1953 y ejerció su misión por 27 años hasta su martirio.
“Esperamos que de una vez por todas aprendamos del respeto a la voluntad humana, por eso murió el padre Cosme defiendo a los más pobres, que es sobre quienes siempre cae el mayor peso de la violencia y el poder. El contexto del padre Cosme y Monseñor Romero es el mismo. Él fue un hombre de una vida humilde y defensa a los suyos”, recalcó en la homilía Monseñor Samuel Elías Bolaños, de la Diócesis de Zacatecoluca, donde se recordó el 38 aniversario del asesinato del religioso.
“Mártir es aquel que muere por Jesucristo, por su fe, por eso la causa de Monseñor Romero y de Cosme Spessotto se ha tardado tanto, pero a Monseñor Romero la Iglesia católica ya lo convirtió en Santo y ahora estamos esperando la confirmación del misionero fray Cosme Spessotto, aunque mediante una carta la Iglesia confirmó que ayudarán a acelerar el proceso”, detalló Bolaños.
Además, comentó que luego de un régimen militar y 12 años de guerra civil en el país todavía es espinoso hablar de un mártir y más sin tener consecuencias pero debemos aprender a respetar a nuestro hermano para tener una verdadera actitud cristiana.
Señaló que es importante poner las bases para el respeto y la paz, pero con gran énfasis en nuestra historia, en conservación de la libertad, igualdad y en la memoria de los mártires, participando decididamente en la construcción de un nuevo país donde no se repitan los errores del pasado. “Si realmente nos consideramos hijos de Dios debemos buscar la paz para darle una verdadera dignidad a los hijos de este país porque todos somos hermanos”, dijo.
A la misa solemne también asistió el Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén, quien en nombre del Estado salvadoreño pidió perdón por todas las acciones cometidas en el pasado y que violentaron los derechos humanos. Asimismo, afirmó que como representante del Estado salvadoreño tiene el compromiso de asegurar que ninguno de los actos que ocasionaron dolor y sangre a la Iglesia y a la sociedad se repitan.
“Como Presidente de la República me uno a esta petición de la Iglesia católica, hacemos votos por la pronta canonización del padre Cosme Spessotto, pastor y mártir del pueblo salvadoreño”, expresó el Mandatario.
Es importante aclarar que estos asesinatos se llevaron a cabo como parte de la operación Cóndor, diseñada por el imperio y cuya doctrina sostenía que las personas que hablan de justicia social y derechos humanos son comunistas, por lo tanto debían ser eliminados, aun si fuesen clérigos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.