Oscar López
@Oscar_DCL
“Qué nos enseñó San Oscar Romero, que el verdadero tesoro de la Iglesia son los pobres, pero ahora también los migrantes, los excluidos, siguen siendo aquellos perseguidos por la violencia, ese es el verdadero tesoro de la Iglesia y es ahí donde tenemos que poner en práctica el Evangelio”, dijo Fernando Villalobos, vicario de Catedral Metropolitana a los feligreses congregados en la Cripta del mencionado templo católico.
De igual forma, el religioso dijo a la feligresía que es importante dar consuelo y ayuda de manera recíproca, lo que indica que debe ser una práctica para con todas las personas, y no solo para el núcleo de quienes les rodean.
“El consuelo como el que el Señor nos ha dado en el Evangelio, ese consuelo da la esperanza, ese es el gran consejo que nos deja San Pablo y que nos deja el Evangelio de hoy. A veces hemos estado en situaciones en las que hemos podido consolar a los demás”, externó Villalobos.
Asimismo, el vicario de Catedral Metropolitana, instó a los feligreses a dar ánimo y ser apoyo para otras personas dentro de la Iglesia.
“Cuántas veces hemos hablado a los demás sobre el Reino de Dios y la importancia de esa salvación que nosotros deseamos obtener, cuántas veces nos hemos encontrado con una persona desconsolada y le hemos dado ánimos y esperanza”, afirmó en su homilía.
Villalobos aseguró a los católicos que las personas más difíciles de consolar son las que integran el círculo familiar, sin embargo, eso no debe de ser impedimento para hablarles de Dios o externar palabras de consuelo. “A los que no conocemos se nos hace fácil hablarles de Dios, pero a los que están cerca, a esos sí nos cuesta hablarles de Dios. Nos tenemos que hacer está pregunta ¿Cuánto consuelo y anuncio del Reino de Dios he podido dar a los demás? Mientras nos damos cuenta que nuestra unión con Dios nos da esperanza y nos da la gracia de soportar los obstáculos, esa experiencia con Dios nos lleva a consolar y animar a los demás”, argumentó el religioso.
Villalobos también dijo a los feligreses que se debe tener certeza en la misericordia de Dios, esto a pesar de comportamientos y acciones cometidas. “Todos nos queremos salvar, el juicio que el Señor nos va a dar es un juicio de misericordia, por eso nos ha dicho esas palabras tan hermosas: no temas rebañito mío porque tu Padre ha tenido a bien darte el Reino”.