Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
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La Cripta de la catedral metropolitana luce llena de flores, feligreses y música, es el 39 aniversario de la muerte martirial y primer año como santo de San Oscar Arnulfo Romero.
La feligresía junto a las integrantes de la Comunidad de la Cripta de Monseñor Romero, inician la conmemoración del magnicidio que padeció el Obispo Mártir.
Juan Gavidia, miembro de las Comunidades Eclesiales de Bases de San Antonio Abad, recordó la actitud de Monseñor Romero, luego de saber del asesinato de Padre Palacios, y cuatro jóvenes en el centro de retiro El Despertar.
«Llegué al centro Isidro Menéndez (Medicina Leal) y allí estaban las ambulancias dónde fueron trasladados los cadáveres, ya sólo quedaban esparcida la sangre y parte de su masa encefálica, fue muy doloroso. Cuando llegó Monseñor Romero y contempló esa barbarie, entonces el vigilante le dijo, que fueran al cementerio general que allí estaban los cadáveres. Y Monseñor Romero, me dijo que lo acompañara y fuimos a buscarlos, era una escena dolorosa pero había esperanza a la vez, nuestro Santo Monseñor Romero crecía en el amor a su rebaño, pidiendo justicia y paz», relató