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Gloria Silvia Orellana
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Fray Gerson, que acompañó a un grupo de jóvenes peregrinos procedentes de los Planes de Renderos y de Cabañas, los cuales, se encuentran en formación para ser agentes de pastoral y catequistas, llegaron a la Cripta de Catedral Metropolitana para visitar la tumba de San Oscar Arnulfo Romero.
“Les pido que se acerquen a la tumba de Monseñor Romero, jóvenes de confirma, agentes de pastoral y catequesis, queremos pedirle aquí a Monseñor Oscar Romero, mártir y profeta, que interceda por todos nosotros, para que este año en que estamos en la formación de catecismo el Espíritu Santo, nos toque los corazones y nos ayude a aprender de nuestros mártires”, dijo Fray Gerson.
La Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral celebró la liturgia eucarística de este domingo, recordando a San Oscar Romero, que fue fiel en su testimonio pastoral, recordando la persecución de San Pedro y San Pablo, que sufrieron el acoso por ser fieles a Jesucristo, lo que simboliza aceptar los desafíos que se presentan en la vida del cristiano.
“A Monseñor Romero le pedimos que nos acompañe en nuestra vida y que nos permita ser jóvenes valientes en medio de una sociedad que ya nada quiere saber de Dios. Por eso le pedimos a Monseñor Romero, que nos ayude para que nosotros seamos micrófonos de la voz de Dios”, reiteró Fray Gerson. Teresita Alfaro, integrante de la Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral, felicitó a los jóvenes peregrinos y agradeció su interés en conocer a Monseñor Romero, y retomarlo como ejemplo de vida cristiana.
“Sé que muchos saben de Monseñor Romero por lo que han leído o han escuchado y aquí en la Cripta de Catedral en donde reposan sus restos mortales, quiero que sepan que su espíritu está aquí presente en este lugar y en lugares en donde se le recibe bien”, afirmó.
“En el Evangelio de este domingo vamos a escuchar aquella frase que dijo Jesús -no le tengan miedo al que mata el cuerpo, sino ten miedo del que mata el espíritu- sí, el que mata los dones celestiales. Porque Monseñor Romero nos interpela a todos nosotros a vivir sin ese miedo a vivir en libertad y defender la verdad”, indicó Alfaro.
Asimismo, reseñó que san Oscar Romero siempre estuvo del lado del pueblo y el compromiso de defender la justicia y todos aquellos valores que van en favor de la vida humana de las mujeres, los hombres, la niñez, la juventud y los ancianos, que en su mayoría viven en una situación de vulnerabilidad social y económica. “No tengamos miedo a aquellos que nos atemorizan para que guardemos silencio, recordemos que como Fray Cosme, el padre Rutilio Grande y, otros tantos mártires de El Salvador, nos acompañan y nos siguen diciendo que pueden matar el cuerpo pero el espíritu cuando se le entrega a Jesús y al Espíritu Santo siempre seguirá vivo”, reafirmó.
“Hoy, jóvenes catequistas, estamos viendo como en nuestra sociedad se guarda silencio ante la violación de los derechos humanos, como se guarda silencio ante la falta de las garantías en el derecho social, económico y jurídico.
Pidamos entonces a Monseñor Romero, que de nuestro corazón salga ese compromiso para orar y generar cambios por ustedes por sus familias, por las comunidades y el país y que el Evangelio siga en nuestras vidas”, puntualizó Alfaro.
