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Gloria Silvia Orellana
Guillermo Martínez
@RedacciónCoLatino
En la primera etapa de la peregrinación la feligresía llegó a Apastepeque, San Vicente. La caminata arrancó luego de la santa eucaristía, que presidió el obispo de la Diócesis monseñor Elías Rauda.
Con una misa solemne que inició a las cinco de la mañana miles de peregrinos colmaron la Cripta de Catedral Metropolitana, en pleno corazón de San Salvador lugar donde se encuentra el mausoleo que resguarda los restos del profeta mártir, ahora San Oscar Romero del cuál dijo el arzobispo de San Salvador, “es un hermano mayor, que nos ha marcado el camino para andar en la senda de la justicia y la verdad”.
Durante el oficio solemne, antes de iniciar los tres días de peregrinación el arzobispo Escobar Alas consideró que la tumba de monseñor Romero, “es de gloria, porque está viva la presencia del Señor”.
“Nosotros dichosamente hemos visto de cerca a uno de estos enviados del Señor, me refiero a Monseñor Romero, y otros que ahora están camino a los altares, esperamos que algún día tengamos a todos en los altares. Ellos que han dado su vida, indicando el camino, que se esforzaron entregando hasta la última gota de su sangre para construir el reino de Dios, para que la salvación sea para todos y que haya conversión y santificación”, reafirmó en su homilía.
En el centésimo segundo aniversario del natalicio de monseñor Oscar Arnulfo Romero, partió la tercera peregrinación hacia su tierra natal. Que dista a 157 kilómetros de San Salvador, al oriente del territorio nacional. Con el lema “Caminando con San Oscar Romero, semilla que germina en nuestra tierra y produce Frutos de Justicia, Fraternidad y Paz”, que este año suma un componente de protección al medio ambiente.
Sobre la pastoral de San Oscar Romero, el prelado católico citó la perseverancia y andar justo en la verdad del Evangelio y en contra, de los intereses mundanos que muchas personas llegan a idolatrar como es el dinero, el poder, la fama o el orgullo.
“Sabemos bien que los valores del reino de Dios son totalmente opuestos, hablamos de la justicia, la paz, la caridad, la verdad, el servicio, al prójimo, el bien en todas sus formas. Y que bien que tenemos hermanos mayores que han marcado un camino, que han dejado bien marcadas sus huellas, hasta con gotas de sangre. Y este es el camino de monseñor Romero, ese es el camino del cristiano en el reino de Dios, que es la obra de Cristo”, predicó.
Mientras, el cardenal Gregorio Rosa Chávez que encabeza la peregrinación afirmó que esta actividad religiosa tiene sus propias características, que inicia con haber interiorizado a monseñor Romero en la gente y adicionar el tema ecológico, como símbolo de vida.
“San Oscar Romero es como esas plantas que brotó en las tierras de El Salvador, que es un Santo que nos entrega esos frutos de verdad, justicia y paz; estamos contentos porque la gente está muy motivada, son miles de personas y otras se unirán en el camino, así que vamos con mucha esperanza hacia su ciudad natal”, manifestó Rosa Chávez.
Durante la jornada de camino hacia Apastepeque, miembros de diversas parroquias atendieron a los peregrinos, brindándoles a su paso, agua, refrescos, dulces, galletas, frutas y bocadillos ligeros para que continuaran la marcha. Envueltos a su paso, con expresiones como: “Viva Romero”, “Bienvenidos Peregrinos”, “Ánimo Peregrinos”, a manera de mitigar el calor sofocante y la distancia que aún deben recorrer.
Foto Diario Co Latino/Guillermo Martínez
Fue hasta horas del mediodía que llegaron a la Parroquia San José Los Pinos, en el municipio de San José Guayabal, Cuscatlán para abastecerse de agua, descansar y prepararse para la segunda etapa de caminata.
A la llegada a San Rafael Cedros, Cuscatlán, el cardenal Gregorio Rosa Chávez expresó: “Sin agua no hay vida, sin árboles no hay vida”.
“Aquí comienza la campaña para que el país se vista de verde”, instó en el acto religioso-cultural, preparado por los equipos misioneros de la diócesis de Cuscatlán.
En horas de la noche, con la llegada a San Rafael Cedros, los “romeristas”, cenaron mientras compartieron con sus anfitriones, y luego fueron trasladados en autobuses hacia el municipio de Apastepeque, San Vicente para la santa misa, que ofició Monseñor Elías Rauda. Y culminar así, la primera jornada de la peregrinación.
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