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Santiago de la Frontera es uno de los municipios con cero homicidios y bajos índices de violencia, en Santa Ana, los pobladores afirman que la zona es libre de miembros de pandillas.
Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
Entre sonrisas, juegos y algarabía de jóvenes y niños, la Policía Nacional Civil (PNC) ejecutó proyectos a través de la Policía Comunitaria, logrando apartarles de la violencia e inseguridad y fomentando confianza en los elementos policiales.
Santiago de la Frontera, ubicado a 101 kilómetros de la capital, es un pequeño municipio donde ha llegado el desarrollo y las buenas prácticas, ahora se ha dejado a un lado la violencia y la criminalidad.
La comunidad Las Pilitas, que forma parte del municipio, cuenta con uno de estos proyectos, donde 60 jóvenes participan en actividades productivas y deportivas, lideradas por la Policía Comunitaria.
La PNC y la comunidad tienen la dinámica de la integración de todos los actores locales, enfocado en los jóvenes, como una prioridad para combatir el flagelo de la delincuencia, que se concentra específicamente en sectores juveniles.
Las autoridades tienen como objetivo separar la violencia de los jóvenes y acercar a las autoridades, lo que permita generar confianza y fortalecer valores de convivencia.
“Se siente bien, uno viene a distraerse, trabaja y lo principal nos alejamos de las cosas malas, como la violencia, drogas. Gracias a la Policía nosotros nos estamos alejando de estas cosas”, comentó Wilber L., uno de los beneficiados.
Wilber considera que se debe respetar a la autoridad, bajo un concepto de compañerismo y confianza para trabajar juntos, logrando así un mejor futuro para la sociedad.
El agente Miguel Chamul, quien es el encargado de los proyectos con las juventudes, explica que el trabajo se realiza los sábados y se participa en un proyecto de tilapias con tres estanques que comparten con la comunidad. Asimismo, actividades deportivas en la cancha municipal de la zona.
“Están aprendiendo y están entretenidos en su tiempo de ocio, pensando positivo. Los niños son entes multiplicadores en la prevención y que de la mano con la Policía pueden hacer muchas cosas y aprender, además de la línea espiritual que no debe quedar de lado”, dijo.
En el aspecto deportivo, la Policía Comunitaria mantiene tres equipos de fútbol: uno infantil y dos juveniles, para niños y niñas.
Para Wilber esta es una de las experiencias más relevantes de su vida, por lo que invita a los jóvenes a participar en este tipo de actividades deportivas y productivas.
Este municipio, que cuenta con aproximadamente 9 mil habitantes, se encuentra en Santa Ana y pertenece a los 83 municipios en el país con cero homicidios y bajos registros violentos hasta el 10 de mayo.
Francisco Edgardo Mata, inspector en jefe y encargado de la delegación de Santa Ana, explicó que en el departamento son tres municipios que no registran hechos violentos, donde las actividades, con la Policía Comunitaria, mantienen a la juventud ocupada, alejada de actividades negativas y pueden invertir en actividades productivas.
“En el caso de Santiago lo tenemos con cero homicidios, la incidencia delincuencial es baja, delitos fuertes no se registran en este municipio. A nosotros nos interesa la represión pero de igual importancia es la prevención de la violencia”, dijo el inspector en jefe.
Mata aseguró que desde hace 10 meses no hay muertes violentas, situación que consideran un privilegio, ya que los jóvenes no están vinculados a pandillas o drogas y viven sin temor a nada.
