Rosario Rivas
@DiarioCoLatino
“Ven, sáname de toda enfermedad”, fue la alabanza que se escuchó entre calles desoladas de Metapán, Santa Ana, lugar en el que se reportó el primer caso de COVID-19 y donde se pidió a través de cantos y del Santísimo Sacramento la sanación de toda enfermedad, en las vísperas del inicio de Semana Santa.
El sacerdote Edwin Baños cargó entre sus manos al Santísimo Sacramento, sin el acostumbrado acompañamientos de los feligreses.
El Santísimo fue transportado sobre un carro que los movilizaba por las calles y que permitía también dar la bendición a los pobladores, que venciendo el miedo al coronavirus, salían a las puertas de su casa a recibirla.
Para los católicos el Santísimo Sacramento representa el cuerpo de Jesús, materializado en la hostia, esta se guarda en un sagrario que es expuesto para que los feligreses hagan oración y pidan por sanación u otras necesidades.
El sacerdote dijo sentirse preparado para bendecir la ciudad de Metapán.
“Que Dios nos libre de todo mal y de toda enfermedad. Desde aquí para El Salvador y el mundo”, señaló.
Uno de los momentos más significativos fue cuando “Jesús Sacramentado” pasó frente al hospital y se impartió la bendición.
“¡Señor da la fuerza a todos los médicos y enfermeras que trabajan duro por salvar la vida de todos los enfermos en el mundo entero!”, habría pronunciado el sacerdote.
El recorrido fue transmitido por redes sociales, logrando con ello que los católicos se sumaran a una actividad que tenía como objetivo principal reconocer el poder divino del cuerpo de Cristo, pero también dar esperanza a este pueblo que enfrenta una de las enfermedades que ha cobrado miles de víctimas a nivel mundial.