Bojayá/AFP
Rodeado de víctimas del conflicto armado en Colombia y tras una ceremonia religiosa cargada de pedidos de paz, el presidente Juan Manuel Santos anunció este domingo que donará el dinero del premio Nobel para la reparación de afectados por la confrontación interna.
Desde la población de Bojayá (noroeste), donde en 2002 murieron 79 personas refugiadas en una iglesia durante enfrentamientos entre la guerrilla FARC y grupos paramilitares, Santos dijo que donará el premio monetario que recibirá por el Nobel de la Paz, con el que fue laureado esta semana por sus esfuerzos para pacificar a este país sometido a más de medio siglo de conflicto armado.
«Anoche me reuní con mi familia y hemos tomado la decisión de donar esos ocho millones de coronas suecas (925.000 dólares) para que las víctimas puedan ser reparadas», dijo el mandatario colombiano, interrumpido por los aplausos de los asistentes a la liturgia, entre ellos familiares de las víctimas de la masacre de 2002.
Acompañado de su esposa e hijos, así como de miembros de su gobierno, todos vestidos de blanco al igual que la mayoría de los lugareños, Santos aseguró que destinará el dinero «a obras o fundaciones o programas que tengan que ver con víctimas y reconciliación».
«Vamos a perseverar, vamos a persistir, a persistir, persistir y persistir hasta que logremos poner en marcha el acuerdo que se firmó» con la guerrilla FARC «y si hay que hacer ajustes a lo que ya hemos acordado pues haremos ajustes», añadió.
«Tengan la seguridad de que vamos a implementar esos acuerdos», dijo también Santos en el acto religioso en que destacaron los cánticos populares por la paz y la reconciliación.
El gobierno de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron el 26 de septiembre en Cartagena un acuerdo de paz tras casi cuatro años de negociaciones en Cuba. Sin embargo, el pacto fue rechazado por los colombianos con 50,2% de los votos en un plebiscito hace una semana.
Las partes han reiterado desde entonces su voluntad de paz y su disposición a revisar lo acordado. Incluso anunciaron que mantendrán el cese al fuego bilateral que decretaron el 29 de agosto en el marco del pacto de paz.
«No desfallezca»
En la ceremonia religiosa de este domingo, ofrecida por varios sacerdotes de la empobrecida región del Chocó, donde los ríos son las principales vías de transporte, los pedidos de paz y en favor de la implementación del acuerdo firmado con las FARC se repitieron sin cesar.
«La paz es el camino, no hay más opción, no desfallezca porque Dios está con usted», dijo por ejemplo a Santos durante la liturgia el sacerdote y sobreviviente de la masacre Antún Ramos, recordándole que en esa localidad tan golpeada por la guerra 95% de los votos en el plebiscito fueron por el «Sí» al acuerdo.
«Los tecnicismos a que nos quieren someter no son entendibles en estas zonas de guerra», añadió el sacerdote en referencia implícita a las revisiones al pacto de paz que piden opositores como el expresidente y actual senador Álvaro Uribe, gran triunfador en el plebiscito.
En diciembre del año pasado, en medio de las negociaciones de paz con el gobierno, líderes de las FARC viajaron a Bojayá para pedir perdón a sus habitantes por la bomba que fue lanzada por miembros de esa guerrilla en 2002.
Jefes guerrilleros incluso regresaron hace pocas semanas a Bojayá para entregar un cristo negro a la iglesia de esta comunidad afrocolombiana, como símbolo de reconciliación.
Este domingo, habitantes de la localidad entregaron a su vez a Santos la imagen de un cristo mutilado, al pedirle que siguiera adelante en sus intentos por conseguir la paz. Un regalo que el mandatario equiparó en importancia con el premio Nobel.
El conflicto armado colombiano, que ha enfrentado a guerrilleros de izquierda, paramilitares de derecha y agentes estatales, ha dejado en más de medio siglo al menos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.