Iván Escobar
La feligresía católica recuerda cada 28 de diciembre a los Santos Niños Inocentes con una eucaristía especial y la presencia de cientos de imágenes del Niño Dios, presentadas en ofrenda por las familias salvadoreñas en gratitud por todos los favores y milagros recibidos durante el año que está por finalizar. El templo de Antiguo Cuscatlán se queda pequeño ante la inmensa cantidad de católicos y visitantes cada año.
Son aproximadamente más de 300 niños Dios que se dejan en resguardo del templo, desde el día 27, cuando ingresan en horas de la tarde y parte de la noche a la iglesia, la procesión comienza con la imagen de Santa Juana y el Niño Dios.
Cientos de familias llegan el día 28 al templo de Antiguo Cuscatlán para ser parte de la gran conmemoración de los Santos Niños Inocentes, que de acuerdo a relatos bíblicos fueron víctimas del poder y ambición del rey Herodes, quien por sus ansias de querer asesinar al Hijo de Dios ordenó matar a todos los niños en Belén.
En el templo de Antiguo Cuscatlán, el cual pertenece al departamento de La Libertad y se ubica al sureste del departamento, comienzan las celebraciones religiosas desde el 1 de diciembre, pero es a partir del 19 del mes que se inicia la novena a los Santos Niños Inocentes, la cual finaliza el día 26.
Este 27 de diciembre, cientos de familias, se concentraron en la zona conocida como el redondel del “Indio” para salir en procesión hasta el templo, como parte de la procesión de ingreso de las imágenes que se dejan en resguardo del templo y para ser veneradas durante toda la noche por los visitantes.
Además, asisten muchas personas atraídos por la tradición que tiene más de 100 años en el país, y que reúne a las familias para agradecer por la salud, la vida y toda bendición recibida.
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