Eduardo Martínez, F.R.C. (No. 2 último)
(De la Revista El ROSACRUZ de julio/agosto/
septiembre de 2015)
Armonía geométrica
Después de Newton, la armonía será invocada por los físicos para describir y comprender el mundo, aunque en forma diferente. Einstein, por ejemplo, descubrió la Relatividad porque estaba convencido de la armonía del Universo.
El nuevo lenguaje de la física y la astrofísica hablan de espectros, frecuencias, resonancias, vibraciones y de análisis armónico, según el cual una señal variable en el tiempo puede describirse mediante una composición de frecuencias trigonométricas.
Por lo general, esta armonía universal es descrita más de fora matemática y geométrica que musical a finales del Siglo XIX, los físicos descubrieron que los rayos de emisión que producen una des-excitación del átomo, se expresan mediante una fórmula única, compuesta de números enteros similares a los intervalos musicales. En la actualidad, la armonía espectral se explica a través de la mecánica cuántica.
Esta armonía ha adoptado así un nuevo nombre, simetría, ya que la física actual emplea las simetrías geométricas para describir y clasificar a las partículas elementales y sus interacciones, así como para explicar los diferentes modelos teóricos del Universo.
De Kepler a TRACE
En este contexto de búsqueda de la armonía, un satélite enviado al espacio en 1998 por la NASA, el Transition Region and Coral Explore (TRACE), ha encontrado las primeras evidencias de música originada en un cuerpo celeste, tal como habían imaginado primero los pitagóricos y mas tarde Kepler.
El TRACE tiene como objetivo estudiar la turbulenta atmósfera superior del Sol o corona solar, en la que se desencadenan tormentas y protuberancias. Está equipado con un telescopio especial dirigido hacia la llamada “región de transición”, que se encuentra entre la superficie relativamente fuera del Sol, la baja atmósfera donde las temperaturas son más altas, y la alta atmósfera o corona, mucho más caliente.
El TRACE tiene una resolución temporal diez veces superior diez veces superior y una resolución espacial cinco veces mayor que la de cualquier otro observatorio solar. Gracias a sus características, los astrónomos han podido descubrir la enorme complejidad de la corona solar y obtener imágenes de vídeo del Sol, en lugar de imágenes estáticas (lo que aporta una dimensión temporal el estudio de la evolución a corto plazo de las estrellas).
Sonidos inesperados
Ha sido con la ayuda de esta nueva herramienta cosmológica que los científicos de Soutwest Research Institute, en San Antonio, Texas, han descubierto que la atmósfera del Sol realmente “]suena”, tal como habían anticipado los pitagóricos y la tradición científica posterior, debido a que está llena de ultrasonidos en forma de ondas, tal como lo explica en un comunicado el propio Instituto.
Según sus descubridores, estas ondas, el Sol sólo unas pocas colisiones durante el paso breve de cada onda, debido a que los átomos individuales experimentan en el Sol sólo unas pocas colisiones durante el paso breve de cada onda, al igual que ocurre con el ultrasonido aquí en la Tierra.