Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Como parte de las actividades conmemorativas del 17 aniversario de la partida física del líder revolucionario Schafik Hándal, se desarrolló, de forma virtual, una jornada de reflexión política, con el objetivo de retomar su legado y ser un desafío para los revolucionarios de hoy en día. Handal fue un connotado dirigente de la revolución en El Salvador y un referente político en América Latina.
Jorge Schafik Hándal Vega, director ejecutivo del Instituto Schafik Hándal, dijo que con esta actividad se recuerda el legado político-revolucionario del fundador y dirigente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), quien llevó las ideas al campo del debate para confrontarlas, enriquecerlas, corregirlas o confirmarlas y que se convirtieran posteriormente en líneas y orientación de trabajo en la lucha social y política contra los enemigos de clase.
“Hoy como ayer está a la orden del día la batalla de ideas con nuestro enemigo de clase, con el imperio y aquellos que se arropan con las necesidades del pueblo y que haciendo de éstas banderas falsas de lucha, persiguen apoderarse del poder del Estado e imponer un modelo viejo de dictadura que ya fue derrotado, para garantizarse un espacio como grupo burgués emergente entre las oligarquías criollas, y así satisfacer sus intereses monetarios y de poder”, sostuvo.
José Luis Merino, conocido como Ramiro Vásquez, dirigente del FMLN, señaló que en la ruta del desarrollo de la guerra popular las contribuciones de Schafik fueron enormes, por vincular el pensamiento a la acción, así como tener permanentemente una visión del problema fundamental de la revolución, que es el poder, eso llevaba a que tuviera una relación intensa e integral con distintos sujetos de la sociedad.
“Reflexionamos sobre la vida de uno de los más grandes hombres que marcó la historia del país, líder histórico del Partido Comunista y uno de los líderes fundadores del FMLN, se recuerda como a un hermano mayor que nos aconsejó, nos regañaba y exigía más entrega y trabajo, era un hombre que se preocupaba porque todos los equipos de trabajo crecieran, se desarrollaran y formaran sin el temor de llegar a ser sombra para él”, manifestó.
Según Ramiro Vásquez, el mérito más grande de Schafik es que juntaba el pensamiento y la acción, era dinámico y trabajó por transformar la realidad; era un hombre con una enorme calidez humana a pesar de lo fuerte que parecía su carácter, pero al conocerlo y tratarlo se encontraban con una persona que hacía sentir a los equipos un solo cuerpo, sin jefes, ni comandante, sino con un compromiso de impulsar las tareas que la revolución demandaba.
Vásquez enfatizó que si Schafik viviera demandaría a la dirigencia y militantes del FMLN ir al territorio, organizar a la gente y recuperar la confianza de la población, pues en algún momento puso de manifiesto qué el Frente no estaba logrando “cuajar en el corazón del pueblo”.
Afirmó que el líder revolucionario planteó que el partido debía darse más baño de pueblo, pegarse al corazón de la gente, acompañó a la idea que el arma fundamental del FMLN y su batalla política-electoral era el contacto directo con la gente y la visita casa por casa.
“A esta altura estaría discutiendo, diseñando cómo adoptar técnicas modernas y dinámicas para vincularnos con la gente, siempre fue firme en la creación de Radio Maya Visión para que fuera un instrumento que permitiera llevar orientación a los salvadoreños, y atraerlos hacia la idea revolucionaria, por la lucha de la democracia y la libertad”, externó el dirigente efemelenista.
Destacó que Schafik con su fuerza, valentía y tenacidad forjó el Partido Comunista, lo llevó a incorporarse a la lucha armada, fue una ejecución muy dura que requirió un enorme esfuerzo de convencimiento y despertar ese nivel de convicción, donde era necesario abandonar las relativas comodidades de la clandestinidad para pasar a un nivel superior de entrega y sacrificio en las comunidades y zonas urbanas.
Schafik Hándal nació el 13 de octubre de 1930, en la ciudad de Usulután, hijo de Giries Abhallah Hándal y Giamile Hándal, ambos emigrantes árabes de la ciudad palestina de Belén, dedicados al comercio y a la industria salinera. Falleció el 24 de enero de 2006 a causa de un paro cardíaco, después de asistir como invitado especial de Evo Morales al acto de toma de posesión de la presidencia de Bolivia.
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