Madrid/dpa
Dos empates consecutivos del Real Madrid en la Liga y sendas actuaciones grises de Cristiano Ronaldo, sustituido el sábado en Las Palmas a falta de 20 minutos para la conclusión del partido, encendieron las alarmas en torno a la gran estrella del campeón de Europa.
Desdibujado sobre el terreno de juego del estadio Gran Canaria, Zinedine Zidane decidió sustituir al crack portugués por el canterano Lucas Vázquez en el minuto 70 del partido, cuando el Real Madrid ganaba por 2-1 y se encaminaba a una nueva victoria en la Liga.
El hipercompetitivo Cristiano Ronaldo enfiló el camino del banquillo cariacontecido, quizás frustrado por no encontrar aún su mejor nivel de juego.
Ni siquiera sostuvo la mirada de su entrenador cuando éste estrechó su mano en agradecimiento por su esfuerzo baldío sobre el césped.
“Un empate con mala cara”, señaló “As” es su portada tras el 2-2.
“Al Madrid le mataron dos despistes defensivos y Cristiano encajó mal su cambio”.
“Marca” añadió: “El Real Madrid, con Cristiano mosqueado por su cambio, se deja dos puntos en Las Palmas”.
“A Cristiano hay que cambiarlo de vez en cuando”, justificó Zidane al término del partido. El técnico insistió en desdramatizar el cambio ante la prensa. “Cristiano jugó bien, como siempre, pero hay un partido importante este martes y era el momento de sacarlo”, zanjó.
El Real Madrid viajó a Alemania para enfrentarse mañana a un Borussia Dortmund en alza en la segunda fecha de la Liga de Campeones.
El astro portugués, con rostro serio, siguió desde el banquillo el final del partido ante Las Palmas.
El conjunto blanco se imponía entonces por 2-1 después de que Karim Benzema aprovechara un rechace del arquero tras un error del propio Cristiano en un mano a mano. Los blancos recibieron un desafortunado gol en el 85’ que permitió que el Barcelona recortara distancias en la cabeza de la clasificación. Y su estrella no estaba sobre el césped. Aunque sigue en la cima de la clasificación tras seis jornadas disputadas, el conjunto blanco necesita los goles y el liderazgo sobre el césped de su jugador franquicia.
Cristiano Ronaldo no ha vuelto a ser el mismo desde que se lesionara en la final de la final de la Eurocopa de Francia disputada el 10 de julio.
Dos meses después de sufrir aquel esguince de rodilla, el luso regresó al once titular del Real Madrid en la tercera jornada de la Liga ante Osasuna.
Aunque tardó sólo cinco minutos en volver a marcar, hasta hoy es su único tanto en el campeonato español.
Se trata del peor arranque goleador del astro portugués después de ocho temporadas con la camiseta blanca. Nunca antes permaneció tanto tiempo fuera de los terrenos de juego, ni sus registros anotadores fueron tan bajos.
Hay que remontarse a la última campaña que jugó Cristiano en las filas del Manchester United, en la 2008-09, para encontrar números similares a los actuales.
Cristiano precisa de su incontenible plenitud física para obtener el máximo rendimiento de su potencia y despliegue sobre el campo.
El Real Madrid lo necesita, pero por el momento “CR7” no acaba de volver a ser el que era antes de la lesión.
Su afán por disputar todos los minutos de todos los partidos en la eterna puja que mantiene con Lionel Messi por la supremacía del fútbol mundial ya provocó en el pasado una evidente fatiga de Cristiano en los decisivos partidos de final de temporada.
Su pobre actuación en las dos finales de la Copa de Europa disputadas por el Real Madrid en los últimos tres años así parece evidenciarlo.
Más allá de convertir dos penales en ambos encuentros contra el Atlético de Madrid, su papel en el juego del equipo no resultó trascendente.
“En mi cabeza pienso que soy un chaval porque mi cuerpo está sano y bien. La gente a veces me dice que tengo que parar y prometo que en los próximos años voy a aprender a parar”, aseguró Cristiano Ronaldo.
Sólo el tiempo dirimirá si Cristiano Ronaldo cumple su promesa. El Real Madrid necesita que lo haga.