Por: Rolando Alvarenga
Un nuevo capítulo triste y amargo para la historia del deporte salvadoreño se consumó el sábado anterior en Táchira, sovaldi Venezuela, generic cuando, gracias al “Comité Olímpico Cacorro”, la máxima figura del ciclismo salvadoreño, Evelyn García, vio truncados sus sueños patrióticos de participar por cuarta ocasión en Juegos Olímpicos.
Pero no fue específicamente el sábado que la tenaz ciclista santaneca pinchó sus aspiraciones olímpicas, sino que esto ya traía cola y se veía venir. Resulta que, después de su embarazo, tras los Juegos Olímpicos Londres 2012, al querer retornar a la alta competencia, Evelyn comenzó a experimentar una especie de enfriamiento comunicativo con el “Comité Fresas de la Torre”.
No obstante, contra viento y marea, ella y su federación hicieron de tripas corazón para competir con buen suceso y medallas incluidas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, y en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Actuaciones que, al parecer, no inmutaron al cuestionado y polémico “comité en la calle”.
¿Y de dónde vienen las ronchas? Bueno, resulta que, con la convicción de obtener el apoyo necesario para conseguir la clasificación a Río 2016, “la Evelina”, como le llaman sus colegas italianas, presentó, a través de su federación, un presupuesto al “Comité Turístico”. Sin embargo, la cantidad les pareció muy elevada y poco a poco le fueron reduciendo cifras hasta que un día Evelyn consideró que, para tan alta misión, la cantidad que querían aprobarle no tenía sentido. No la aceptó y se desmarcó de toda responsabilidad clasificatoria, pero sin renunciar a sus sueños.
Pero mientras a Evelyn le reducían la ayuda al máximo, este “comité garra” sí tuvo recursos de patrocinios y de ayuda internacional para apoyar a otra ciclista que, como quedó demostrado, no tenía nada que hacer.
Y no solo eso, también tuvo y tiene fondos para mantener a un entrenador cubano que sigue haciendo casting para una plaza turística. Para vergüenza de este “cubiche”, el marchista que clasificó a Río fue producto del esfuerzo y sacrificio de varios años del entrenador nacional Ricardo Reyes, a quien no tomaron en cuenta.
Además, este “comité cacorro” pagó por partida doble los gastos de preparación y participación para los atletas del Remo y a uno de Judo, sin coordinación con la federación de este deporte. Tampoco apoyó a otros atletas que sí merecían la oportunidad de pelear los boletos olímpicos encabezados por el luchador Luis Portillo; y a un resto de deportes ni siquiera los tomó en cuenta.
Y como es obvio que usted se estará preguntando ¿por dónde viene esto? Anticipadamente le respondo que una investigación periodística de este servidor llegó a la conclusión de que la ex gran apuesta del “sobado principal” cayó en desgracia cuando apareció integrando el Comité Directivo del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES). Yo no lo digo, pero… ¡juzgue usted, amigo lector! ¡Chulada de comité!