RT / Agencias / Redacción Internacionales
El petróleo estadounidense WTI cayó el 20 de abril por debajo de 0 dólares por primera vez en la historia. En particular, los futuros de WTI para entrega en mayo bajaron al cierre de la bolsa NYMEX de esta jornada hasta -37,63 dólares por barril, lo que representa una caída de un 305,97 % en un día.
Tras este desplome, que se produce debido a la crisis de demanda global causada por la pandemia de covid-19, el crudo de esta marca ha caído por primera vez en la historia por debajo de 0 dólares por barril.
El precio negativo del petróleo significa que los depósitos de petróleo están llenos, y los productores de crudo se ven obligados a pagar a los compradores para que lo recolecten. Esto evita el cierre de los yacimientos.
«Ahora mismo no vemos ningún alivio a corto plazo para este mercado […] permanecemos realmente preocupados por las perspectivas sobre el crudo a corto plazo», declaró este lunes Helima Croft, de RBC Capital, en un comentario para la CNBC.
El West Texas Intermediate (WTI) es una clase de crudo producido en Texas y el sur de Oklahoma que sirve como referencia para fijar el precio de otras corrientes de crudo. Es mucho menos pesado que el Brent y tiene bajo contenido en sulfuro.
Además, el precio del crudo Brent para entrega en junio ha caído este lunes en la bolsa londinense ICE. Sus futuros han bajado un 7,87 %, hasta situarse en 25,87 dólares por barril.
El desplome del petróleo de esta marca se produce debido a la crisis de demanda global causada por la pandemia de covid-19.
Por su parte, el crudo WTI cayó en picado el lunes y su precio se ubicó por debajo de 0 dólares por barril por primera vez en la historia. De este modo, el valor de esta marca de crudo ha bajado más del 100%.
El índice Dow Jones ha perdido más de 590 puntos, o 2,44 %, tras el cierre de las cotizaciones del lunes. Los índices S&P 500 y Nasdaq han caído un 1,79 % y un 1,03 %, respectivamente.
Efecto del Covid-19 en la industria del petróleo
La pandemia de Covid-19 ha provocado una reducción drástica de las perspectivas de demanda para los próximos meses ante la caída de la actividad económica y las restricciones de los viajes.
Hay sobreproducción de oferta y la reducción de la demanda no sólo ha desplomado los precios, sino que también ha llevado al límite la capacidad de almacenamiento de las empresas y centros logísticos en países como Estados Unidos. Y esta es ahora una de las principales preocupaciones.
Según recoge Bloomberg, las reservas de crudo en el centro de almacenamiento de Cushing (Oklahoma) -un punto clave en el país- han aumentado un 48%, hasta casi 55 millones de barriles, desde finales de febrero; el centro, de acuerdo con la AIE, tenía una capacidad de almacenamiento operativa de 76 millones a fecha de 30 de septiembre.
Para intentar frenar el desequilibrio, tanto la OPEP como los países productores aliados, entre ellos Rusia, acordaron reducir su producción en casi 10 millones de barriles diarios, pero esa reducción, además de resultar insuficiente, tiene menos efectos sobre el crudo estadounidense.
«En general, los recortes de la OPEP están más orientados hacia el Brent. En Estados Unidos Unidos, la industria del esquisto no es de propiedad estatal, sino que está compuesta por muchas empresas privadas entre las que resulta más difícil acordar recortes coordinados», explica Michel Salden, gestor de Vontobel AM.
En el país norteamericano, la industria del fracking ha crecido notablemente en los últimos años, hasta el punto de que Estados Unidos se ha convertido en el mayor productor de petróleo del mundo. Ahora, sin embargo, gran parte de esa producción no encuentra salida y casi no tienen lugares para reservarla. La posibilidad de un colapso del sector y de algunas de sus empresas está encima de la mesa.
«Desde que estalló la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, las empresas de fracking americano comenzaron a temblar, debido a que un precio del barril por debajo del rango entre 40 y 50 dólares era una llamada a la bancarrota por al fuerte endeudamiento que presentan estas empresas. Este proceso lo vivimos hace unas semanas cuando Whiting Petroleum Corp. se declaró en proceso de quiebra», apunta Diego Morín, analista de IG Markets. Su caso podría no ser el único.
Ante la deriva que ha tomado la situación, el número de plataformas de perforación ha ido a la baja en los últimos días, pero no compensa la velocidad a la que se acumulan las reservas.
«Esto ha llevado a una presión de venta masiva en el contrato del WTI de mayo,que expirará mañana [este martes]. Todos los inversores que no quieren entrega física están buscando compradores, ya que necesitan renovar su posición. Sin embargo, nadie quiere la entrega física del crudo simplemente porque no saben dónde ponerlo», explica Michel Salden, gestor de Vontobel AM.