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Leandro Lutzky / RT
La industria argentina sufrió fuerte caída en los primeros meses del 2019, en medio de una crisis económica que afecta la capacidad de consumo de los ciudadanos y genera, en consecuencia, una disminución en los índices de productividad nacional.
A comienzos de junio, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que el Índice de Producción Industrial (IPI) para productos manufactureros tuvo un retroceso del 10,6% en el primer cuatrimestre del año. Ahora, ese organismo estatal publicó las Estadísticas de Productos Industriales (EPI), un estudio más detallado donde se precisan los cambios que atravesó cada sector en particular. En muchísimos casos, la caída de la producción refleja cifras drásticas.
Los rubros más castigados
Entre los sectores alimenticios que más redujeron su actividad, desde enero hasta abril, se destacan la producción de cereales, que bajó un 33,4%, y los lácteos, cuyo rubro atraviesa una situación crítica: en el primer trimestre cayeron las leches refrigeradas (-4,8%), las no refrigeradas (-7,7%), la leche en polvo (-15,5%) y las chocolatadas o saborizadas (-37,1%). A su vez, la manteca, los quesos y el yogur se frenaron entre 2% y 15%. Los postres lácteos, como por ejemplo los flanes, se producen 30,1% menos que antes.
Los productores de bebidas alcohólicas destinadas al mercado interno también padecen la crisis: los amargos, donde se destaca el fernet —una bebida típica en Argentina—, se contrajeron 21,7% en los primeros cuatro meses. El whisky, junto a otras bebidas similares, se redujeron en 8,5%. Asimismo, la producción de gaseosas sin alcohol disminuyó 19,3%.
Los artículos de limpieza también se derrumbaron, como los jabones (-21,4%), detergentes o limpiadores (-16,7%) y otros artículos del rubro (-30,4%). Por otro lado, la construcción sufre un gran retroceso. Por ejemplo, loscerámicos, pisos y revestimientos se fabrican entre 30% y 38% menos.
La lista del INDEC continúa con el desplome en cocinas, hornos, anafes y microondas, que experimentaron una caída entre 29,8% y 53,2%. En las heladeras y ‘freezers’, las reducciones son del 42,8% y 57,7%, respectivamente. En lavarropas y secarropas, se recortó la elaboración en 27,7% y 40,5%, para cada artículo. En tanto, los aires acondicionados cayeron un 42,9%.
Los malos resultados productivos no terminan, porque Argentina fabrica menos automóviles (-31,6%),motocicletas (-68,7%) y acoplados o semirremolques (-37,1%). Las cosechadoras para el mundo agrícola y los tractores se redujeron en 71,4% y 69%, respectivamente. Sobre los medios de transporte más lujosos, como botes a motor, lanchas y yates, también se acortó la fabricación nacional de modo notable, con reducciones de entre 27,9% y 51,6%.
Asimismo, en el sector tecnológico el panorama tampoco es alentador: los teléfonos celulares se redujeron en 32,8%, los monitores en 80,7% y los televisores, en 82,2%.
«Debería llamarnos la atención»
Para Pablo Dragún, director del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), este mal momento productivo se puede explicar por dos motivos para muchos de estos casos: «Hay una caída en el consumo de la población, por la inflación, pero además hay altas tasas de interés que dificultan la producción». En efecto, la economía argentina genera incentivos para obtener grandes ganancias en el sistema financiero, en vez de invertir en producción local.
Otras explicaciones pueden ser «problemas estructurales en el propio proceso productivo, cuestiones estacionales o climáticas». Por otro lado, Dragún remarca que, si bien la caída del consumo es generalizada, si se presenta en los alimentos es mucho más grave: «Vos podés tratar de no consumir algún producto durable. Por ejemplo, no tenés necesidad de cambiar el aire acondicionado, pero la comida es una necesidad diaria».
Y cierra: «Que haya una baja en producción de comida es destacable y debería llamarnos la atención».
Los sectores que se mantienen estables
Continuando con el informe, la producción de aceites, en líneas generales, se mantuvo sin grandes oscilaciones. En las carnes, se redujo la producción vacuna en 4,5%, pero también hubo aumentos productivos en aves (6,4%), cerdos (3%) y ovejas (29,7%).
Asimismo, la producción de vinos para consumo local se mantuvo casi igual. Lo mismo sucede con otros artículos de necesidad indispensable, como el papel higiénico, entre otros.
Segmentos donde creció la producción
En contrapartida, mientras el consumo y la producción general caen, aumenta la actividad en algunos artículos destinados a la exportación, mientras la moneda local se devalúa. El vino argentino es un ejemplo claro: en solo cuatro meses, la producción que se vende fuera del país, en moneda extranjera, creció 37%.
En el ámbito interno, la producción de yerba subió 7%. Además, la producción de plantas oleaginosas, de las cuales se pueden extraer aceites y otros derivados, también subió de forma considerable.
Se reducen las ventas
Al mismo tiempo, el INDEC señala que entre enero y abril el consumo en supermercados se redujo en 12,5%. A su vez, si se lo compara con abril del 2018, la caída interanual es de 12,6%.
Con este panorama económico adverso, el país sudamericano comienza la cuenta regresiva para disputar las elecciones presidenciales de octubre, donde el mandatario Mauricio Macri irá por la reelección.
