Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
Al caer el telón y con respecto a El Salvador, pasó lo que tenía que pasar en la “Cup America FIBA Men”. Aunque con los obvios altibajos de las imprecisiones, la falta de efectividad y con desventaja en las alturas, el seleccionado salvadoreño hizo su lucha al máximo, pero no alcanzó para contener y sacarle el resultado a rivales de más colmillo y peso basquetbolístico internacional, incluso profesional. En sus tres caídas (59-71 ante Costa Rica; 70-86 frente a Cuba y 79-87 con Bahamas), el equipo azul y blanco desparramó garra y mucha voluntad, pero volvió a denotar que le falta oficio para no desconcentrarse ante la presión. Ese oficio que solo se adquiere, jugando, jugando y jugando contra rivales de este calibre.
Significa que hay que intensificar el trabajo en el fortalecimiento de los fundamentos que le permitan actuar con sangre fría en los momentos cruciales y ahogar la producción del rival en turno. Trabajar más la preparación física y sobre todo, dedicar varias horas a la practica de los lanzamientos de tres puntos, hasta lograr producir varios jugadores con la certeza de Roberto Martínez.
En una especie de síntesis, algunos apuntes de mi libreta fueron los siguientes:
-El adiós del último veterano, Ernesto Lahud produjo un nudo en la garganta.
-En el partido contra Cuba, Bryan García (26) se graduó como seleccionado mayor.
-Ronnie Aguilar es un espectáculo, quien de repente te hace una gran jugada, pero en la siguiente te hace jalarte los pelos por una gran regada. Sí pudiera cambiarlo lo haría por un más parejo y constante, James Valladares.
-El entrenador español sigue sin controlar sus chiripiolcas. En el juego contra Costa Rica fue muy duro al reprender al respetable veterano, Lahud; contra Cuba no le perdonó al novato Enmanuel Rodríguez haber tirado mal un balón. Lo sustituyó y ya no lo volvió a meter, pero ya casi al final del partido dominical recibió su karma cuando el árbitro lo mandó a las catacumbas del gimnasio.
-Con dos triples contra Costa Rica que encendieron al respetable y buena visión de juego, Enmanuel Rodríguez, que juega pre universitario en E.U., tuvo un debut esperanzador en la selección mayor.
-Los constantes y espectaculares encestes de tres puntos de Roberto Martínez en los momentos justos, fueron oxígeno esperanzador para acortar distancias y, un amigo de siempre en toda jornada y su esposa, estuvieron prestos a retornarme a casa después de cada partido. ¡Muchas gracias!
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