Estambul/AFP
Un buque espía del ejército ruso se hundió este jueves en el mar Negro tras colisionar con otro barco, y su tripulación fue rescatada, indicaron la guardia costera turca y el estado mayor ruso.
El suceso ocurrió cerca de la entrada del estrecho del Bósforo, frente a la ciudad turca de Kilyos, en una zona brumosa, precisaron los medios turcos.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, telefoneó a su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, poco después para manifestarle su «tristeza», informó la agencia de prensa gubernamental Anadolu.
«El buque ruso se hundió luego del choque, todo el personal (presente) a bordo fue rescatado», indicó un responsable de la guardia costera turca a la AFP, pidiendo el anonimato.
«Todos los miembros de la tripulación del buque de inteligencia ‘Liman’ están vivos, en buena salud y se disponen a ser trasladados de un barco de rescate turco a un navío ruso», comunicó, por su parte, el ejército ruso, citado por agencias de prensa.
«El ‘Liman’ se hundió después de que se abriera una brecha bajo la línea de flotación», confirmó el ejército ruso.
Turquía movilizó embarcaciones para llegar al lugar del naufragio y auxiliar al navío, precisó el responsable de la guardia costera.
Según la prensa turca, 78 personas estaban a bordo del buque de guerra ruso, que colisionó con un barco de transporte de ganado.
El canal turco NTV informó que el buque que transportaba ganado sólo sufrió daños menores y que podría reanudar su viaje luego de los controles.
La agencia de prensa turca Dogan indicó que en el momento del choque la zona en donde se produjo estaba sumida en una espesa niebla, por lo que el incidente habría sido accidental.
Por el momento no se conoce cual era la ruta marítima del buque ruso, especializado en la recolección de información.
El «Liman» es un buque de investigación científica que entró en servicio en 1970 y fue acondicionado por Moscú como buque ‘espía’ para recolectar informaciones.
Decenas de buques militares rusos pasan cada mes por el estrecho del Bósforo para ir o volver de las costas sirias, un tráfico que suscita la curiosidad de numerosos habitantes de Estambul.
Estas idas y venidas de barcos rusos están destinadas a abastecer a las fuerzas rusas que apoyan en Siria al régimen de Bashar al Asad.
Las relaciones entre Rusia y Turquía, que respalda a la oposición siria, han mejorado en los últimos meses, tras fuertes tensiones a raíz de que las fuerzas turcas derribaron a un avión ruso cerca de la frontera de Siria a finales de 2015.
La Convención de Montreux, firmada en 1936, autoriza la libre circulación a través del Bósforo y los Dardanelos a los buques de todos los países, salvo de aquellos que se encuentren en guerra con Turquía.