Renán Alcides Orellana
Yson esas “cosas” lamentables que, illness por evidentes y de fácil comprensión, drugstore afectan la dignidad e inteligencia de los salvadoreños, viagra aparte de la manera desconsiderada y anti popular que se dan, precisamente, en momentos muy difíciles para el país. Y lo peor, la mayoría de veces, producto de la malicia y la irracionalidad sin coherencia, de quienes las generan.
No se trata aquí de señalar injustamente a personas y casos de cosas que, hoy por hoy, inquietan a la población laboriosa y honesta, como para activar más el fuego de la crisis integral, que afecta el tejido social de la Nación. Por el contrario, se trata de llamar la atención y cuestionar conductas y actitudes que, por el bien del país, todavía son factibles de corregir y evitar, atendiendo el reclamo justo y necesario de la población.
Inquieta a la ciudadanía, por ejemplo:
… que el caso Francisco Flores, por el millonario desvío de fondos donados por Taiwán para programas sociales, pueda quedar impune. Y que, para aumentar la burla al pueblo, los millones de dólares sigan siendo piñata feliz para el indiciado y “los destinatarios”. Mientras la Fiscalía no aclare la razón de ciertas omisiones y poca celeridad en el proceso -denunciadas y cuestionadas por organizaciones, medios de comunicación y las redes sociales- primará la voz del pueblo reclamando justicia contra Flores y sanción contra la Fiscalía, por proteger a quien hizo tanto daño a la población necesitada. El juez de Instrucción, Miguel García, mantiene vivas la esperanza y la aspiración de justicia, con diligencias que el anterior juez no quiso promover. Y, por su parte “los querellantes presentarán acusación formal (contra Flores) por el delito de lavado de dinero” (Diario Co Latino, abril 23/15). A ver qué sucede…
… la petición de otorgar el privilegio -innecesario y a la vez inmerecido- de asignarle seguridad a cada diputado que dejará de serlo a partir de mayo. Independientemente del costo para el escaso bolsillo del pueblo, no está claro de quién se les quiere proteger, si algunos ni siquiera se dejaron ver durante el período que termina y, de seguro, más que ellos están en riesgo vital los salvadoreños todos, honrados y laboriosos. A menos que -y ese es el reclamo de la población- más que seguridad personal, sea para atención personal y tareas del hogar. Ya se verá…
… la incoherencia humana y cristiana de algunos dirigentes y religiosos que contrario a su mensaje, que debiera ser ejemplo de bien y formador de buena conducta, su práctica no sólo es nula sino que hasta, con sorna, justifica sus malos pasos y el “yo no fui”, para seguir engañando a sus correligionarios y a su feligresía. Y lo peor, la manita super blandita a su favor…
… la falta de cuidado de algunos partidos políticos al presentar candidaturas que, al final, resultan ser de personas con señalamientos de acciones ilícitas. “Cada año hay por lo menos un caso…”, dijo un ciudadano al ser entrevistado sobre este tema. Cierto, Pero, ¿y el filtro necesario de la cúpulas partidarias, para evitar defraudar a su seguidores, electores y pueblo en general? A saber…
… que, con sentido profesional y de respeto a la conciencia popular y al bolsillo de los ciudadanos, los nuevos asesores legislativos –salvo excepciones- sean designados por capacidad y no por compadrazgo o por no haber sido reelectos como diputados en las pasadas elecciones, como ha sido -es- hasta hoy. Ya la consolación partidaria o la afectuosa amistad no pueden mediar para cargos tan delicados.
Y, como decía cierto presentador internacional, “aún hay más…” (RAO).