Miguel Ángel Dueñas Góchez*
Conversaba con una persona que profesa la secta “Testigos de Jehová”, sovaldi quien afirmaba que son un grupo de personas que buscan el carácter científico y significado de la religión, see lo cual considero muy contradictorio, pues una secta es el conjunto de seguidores de una doctrina religiosa o ideológica concreta. El término “secta” se usaba originalmente solo para aludir a partidos o comunidades filosóficas, religiosas o políticas que a través de sus enseñanzas o ritos se diferenciaban entre sí. Por lo tanto, una secta o un grupo de personas no puede ser ciencia si se basan en creencias. Por ejemplo, si nos referimos a la filosofía, esta se diferencia de las creencias o sectas porque tiene sus propias características tales como: la radicalización, desenmascaramiento y voluntad emancipadora.
Además, la filosofía es una ciencia crítica o, mejor dicho, es una reflexión que trata de coordinar y de fundamentar la tarea de las ciencias críticas.
En Filosofía, como asignatura, se conocen todos los tipos de sectas y religiones existentes, cuyo fin último es la permanencia de la persona en la tierra o en el “más allá”. Aunque al final todas las religiones y sectas persiguen la inmortalidad humana. Si hablamos de reencarnación, es de traspasar la vida de una persona a otra, si hablamos del cristianismo u otras religiones similares, dicen que al morir el cuerpo, el alma se salva, siendo resucitada para vivir en el cielo o en el infierno si es “mal portada”.
Es así que la Filosofía, siendo una ciencia crítica en una sociedad determinada, persigue la liberación plena de la persona, tanto del yugo de la naturaleza exterior como del yugo que otras personas le imponen.
Mientras las ideologías, en la medida en que son aceptadas y difundidas entre los pueblos, forman el sentido ideológico, forman el sentido común de una determinada cultura: aquello que todo mundo toma por obvio y verdadero, aquello que nadie pone en duda…
Además, la filosofía descubre al servicio de quien están las ideas y las creencias, la persona filósofa se convierte en alguien que desenmascara la ideología, buscando detectar las falsedades e ideologizaciones en lo que todo el mundo, incluyendo las personas llamadas “progresistas” de turno o cafetín, considera obvio e indubitable.
*Lic. en Relaciones Internacionales.