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Luis Ponce
Diario Co Latino
La Secretaría de Cultura de la Presidencia, junto a los integrantes de las Comisión Nacional Organizadora de los Juegos Florales, premió a los ganadores de la edición 2017 de esta competición. El acto de entrega estuvo a cargo de Silvia Elena Regalado, titular de la institución, y fueron reconocidos los trabajos de la zona occidental, Santa Ana, Ahuachapán y Sonsonate, así como de Santa Tecla.
En Santa Ana el jurado estuvo compuesto por Alexander Córdova, Aída Párraga y Francisco Ramos. Ellos otorgaron el premio de los XXVI Juegos Florales a Lorena Juárez Saavedra, por su obra “Caramelo asoma su nariz”, en la rama de teatro infantil. Con este reconocimiento, Juárez Saavedra se convierte en Gran Maestre en teatro infantil, ya que ha ganado por tres años consecutivos el premio. Los jurados calificadores concluyeron que su obra posee características propias del género infantil con un sentido fantástico, romántico y de aventura. También consideraron el buen tratamiento que da al tema de la muerte a través de la fantasía y la ilusión, incluyendo dentro de su obra el rito de los pueblos originarios.
En Sonsonate, el premio único de los XVIII Juegos Florales fue concedido a Humberto Danilo Gómez, con la obra “El circo de octubre y otros poemas”, bajo la categoría de poesía infantil. En está edición, el jurado estuvo compuesto por Guadalupe Castellanos, Alberto Pocasangre y Roxana Beltrán, quienes consideraron que la obra tiene un buen manejo de lenguaje y metáforas que desarrollan la imaginación. Además, logra un buen ritmo y rima interna con soltura. Resaltan los temas pues son sencillos.
En Ahuachapán el reconocimiento de los XXII Juegos Florales fue para Carlos Alberto Saz, con la obra “Cuentos de mi tierra”, en la rama de cuento y enviado con el seudónimo Carmelina Silvestre. El jurado estuvo compuesto por Sigfredo Ulloa, Rafael Ochoa y Mario Pleitez. Su elección se debió a los elementos maravillosos y fantásticos a partir de los cuales se ofrece una vía de solución al conflicto.
En Santa Tecla, departamento de La Libertad, el ganador de los XXV Juegos Florales fue Alberto Quiñónez Castro, en la rama de poesía, con su obra “Del imposible retorno”, enviada con el seudónimo Agustín. El jurado estuvo integrado por Pablo Benítez, Claudia Meyer y René Figueroa. Esta obra destaca por su construcción sólida y universo cerrado y continuo. Asimismo, el ritmo fluido y el lenguaje depurado, el texto rico en imágenes, es decir, bien construidas, oportunas muy visuales.
El premio para cada uno de los ganadores consiste en un diploma de reconocimiento y un cheque por un valor de ocho salarios mínimos. La Comisión Nacional de los Juegos Florales está integrada por el director nacional de las Casas de la Cultura y de la Convivencia, César Pineda; el director de Publicaciones e impresos, Eric Lemus, y el coordinador de la Red de Bibliotecas Públicas de El Salvador, Mario Noel Rodríguez.
Según los datos de la comisión, en esta convocatoria se registraron 57 manuscritos. 17 presentados en cuento, 5 en teatro infantil, 11 en poesía infantil y 24 en poesía. Además instaron a la población en general a participar en las siguientes convocatorias.
