Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
El silencio es casi palpable en el Jardín de las Rosas, donde florecen muchas de ellas, a complacencia de agua y sol. Un lugar que se ha convertido en visita obligada a la memoria histórica de los seis jesuitas y sus dos colaboradoras asesinados en 1989. Lugar que justamente recorrió el Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU Zeid Ra’ad al-Hussein en su primera visita oficial a El Salvador.
Los ecos del tiempo no han acallado la verdad, los testimoniales se dejan ver en amplias fotografías de Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín Baró, Joaquín López y López, Amado López, Juan Ramón Moreno. Y sus dos colaboradoras Elba y Celina Ramos, dispuestas en las zonas verdes.
Ya han pasado 28 años desde la incursión militar, ordenada por el Alto Mando de la Fuerza Armada esa madrugada del 16 de noviembre. Que arrebató la vida de ese grupo de sacerdotes de mentes extraordinarias que buscaron siempre la transformación social del país, desde el valor del bien común y la erradicación de la desigualdad.
“El amor es más fuerte que la muerte”, fueron palabras que resonaron en el funeral de los jesuitas en 1989, y que al Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU Zeid Ra’ad al-Hussein le dejaron impactado al conocerlas.
“La ejecución de cualquier ser humano es inaceptable”, dijo luego de colocar una ofrenda floral ante el mausoleo en la capilla de la UCA:
Mientras, en la Santa Misa, el cardenal Gregorio Rosa Chávez instó a los participantes a “recuperar la esperanza y seguir la marcha”, recordando las palabras del Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien afirmó “nada es más importante que la vida humana”.